Epílogo.

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            Un Verano Inolvidable

El sol brillaba en el cielo azul mientras la familia Álvarez-Lainez se encontraba en unas merecidas vacaciones en la playa. Edson y Diego disfrutaban de un momento de tranquilidad y alegría, observando a sus hijos, Daribel de 6 años y Julián de 4 años, mientras jugaban en la orilla del mar. La brisa marina acariciaba sus rostros, creando una atmósfera de serenidad y felicidad.

Edson.-sonriendo-Mira a nuestros pequeños, Diego. Crecen tan rápido. Parece que fue ayer cuando Daribel entró al kínder.

Diego.-asintiendo-Sí, el tiempo vuela. Pero lo importante es que estamos aquí, disfrutando de estos momentos juntos.

Daribel y Julián, con sus trajes de baño coloridos, reían y saltaban con entusiasmo mientras las olas golpeaban sus pies.

Daribel.-riendo- ¡Miren cómo salpica el agua! Es como si las olas estuvieran jugando con nosotros.

Julián.-agitando sus manitas-¡Más agua, más agua!

Edson y Diego se unieron a la diversión, mojando sus pies en el agua y jugando con sus hijos. Las risas llenaban el aire, y la felicidad se reflejaba en sus rostros radiantes.

Edson-jugando con Julián-¡Eres un gran nadador, Julián! ¡Pronto te veremos surfeando en estas olas!

Diego.-tomando la mano de Daribel- Y Daribel, no puedo creer lo rápido que aprendiste a nadar. Estoy muy orgulloso de ti.

Daribel.-sonriendo- ¡Gracias, papi! Tú y papá Edson son los mejores maestros.

Mientras tanto, Edson y Diego se tomaron un momento para observar el horizonte, disfrutando de la tranquilidad que les brindaba el mar.

Diego- suspirando-Estoy agradecido por todo lo que hemos superado como familia. Hemos enfrentado obstáculos, pero siempre hemos salido adelante juntos.

Edson.-entrelazando sus dedos con los de Diego. Nada nos ha separado, cariño. Nuestro amor y nuestra unión son más fuertes que nunca.

La tarde avanzaba y, conforme el sol se ponía en el horizonte, la familia se recogió en una manta extendida en la arena, disfrutando de una merienda improvisada de frutas y bocadillos.

Daribel.-masticando una uva- ¡Esto es tan divertido! Me encanta estar en la playa con ustedes.

Julián-con una sonrisa llena de migas de galleta- ¡Playa, playa, playa!

Edson y Diego se miraron, abrumados por la gratitud y el amor que sentían en ese momento.

Diego.-acariciando el cabello de Daribel-Esta es una de esas experiencias que recordaremos para siempre, ¿verdad?

Edson.-besando la mejilla de Julián- Así es, cariño. Queremos que nuestros hijos siempre tengan recuerdos felices y llenos de amor.

La noche cayó sobre la playa, y la familia se envolvió en una manta, mirando las estrellas y disfrutando de la serenidad del momento. Un suspiro colectivo de satisfacción y plenitud llenó el aire.

Daribel.-señalando una estrella fugaz- ¡Pidan un deseo, mis amores!

Julián-cerrando los ojos con fuerza- ¡Quiero que todos tengan galletas de chispas de chocolate y que seamos siempre una familia feliz!

Edson y Diego se miraron, sabiendo que ese deseo ya se había hecho realidad. Juntos, tomaron las manos de sus hijos, apretándolas suavemente mientras observaban el brillo de las estrellas.

Edson.-susurrando-Y siempre lo seremos, mi amor. Siempre.

La familia Álvarez-Lainez, siempre será unida y llena de amor, disfrutando de cada  verano inolvidable en la playa o en cualquier lugar. Saben que han superado los obstáculos y que, sin importar lo que les depare el futuro, siempre tendrán el amor y la unidad para enfrentarlo juntos.

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