El silencio durante el trayecto a casa fue simplemente sepulcral. Por más que el pelinegro intentará llamar la atención de su novio, este lo ignoraba y miraba fijamente a la ventana. En cuanto el auto se detuvo, el rubio no lo pensó dos veces y bajó del vehículo. Cuando Craig menos lo notó, el menor ya se encontraba dentro de su hogar, ni siquiera le había dejado la puerta abierta, por lo que tuvo que abrir con sus propias llaves.
—¿Podemos hablar? —la voz nasal de Craig sonó suplicante, algo que podría desconcertar a cualquiera, pues era bien sabido que no solía demostrar emociones ni en sus gestos ni en su habla.
—Ahora sí quieres hablar, vaya sorpresa... —murmuró Tweek con ironía mientras batallaba para quitarse el abrigo.
El pelinegro no pasó desapercibido como las manos temblorosas del menor le complicaban el desabotonar su abrigo, así que se acercó a ayudarle. El rubio lo miró mal e intentó apartarlo, pero dentro de él sabía que si no lo ayudaba, terminaría desesperandose y posiblemente rompiendo la prenda.
—Sabía que te pondrías así, por eso no quería decírtelo —murmuró cerca de su rostro terminando de desabotonar el abrigo.
—¿Y entonces cuando pensabas decírmelo? ¿Cuando estuvieras por abordar hacía Texas o ya cuando estuvieras allá? —exclamó con fastidio—. ¿Pensabas simplemente mandarme un mensaje diciendo "te amo, por cierto, por si no lo notaste me tuve que ir a un asunto científico de los que siempre te ponen nervioso"?
Craig rascó su nuca mientras desviaba su mirada. Ya había renunciado a uno de sus sueños por no preocupar a su pareja, decidió el dejar de lado el ser astronauta y en su lugar monitorear los viajes que se realizaban desde los centros de control o laboratorios.
Claro que nunca le contó a Tweek sobre cómo había cambiado de planes. Sabía cómo el rubio solía sobrepensar todo al grado de incluso culparse a sí mismo de desgracias ajenas, así que pensaba guardarse ese pequeño secreto hasta la tumba. Si ahora se exaltaba solo por el hecho de no haberle contado de su viaje de trabajo, no se imaginaba su reacción al ver cómo cambió su mayor meta por no preocuparlo demasiado.
—Sabes que no, cariño —intentó acariciar la mejilla de Tweek, pero este lo apartó de inmediato—. No me gusta ocultarte las cosas, pero desde el pequeño incidente en los laboratorios has estado más paranoico que de costumbre.
—¿Paranóico? ¿Eso es lo que piensas de mí? —el pelinegro se arrepintió al instante de la palabra que acababa de usar—. ¡Lo único que hago es preocuparme por ti! —le dió un empujón haciendo que perdiera ligeramente el equilibrio—. Ese "pequeño incidente", como lo llamas tú, acabó con la vida de tres personas, sin contar los heridos que dejó. ¿Qué tal si uno de ellos hubieras sido tú?
—Cariño...
Antes de que pudiera acercarse, Tweek pasó de largo de él y caminó a pasos firmes hasta las escaleras. Su cabeza daba vueltas al pensar en todos los escenarios posibles de que su novio fuera hasta los laboratorios después de no haber ido en meses.
—Haz lo que quieras, Tucker —exclamó con odio.
—Si realmente pudiera hacerlo, ni siquiera hubiera tomado la opción de trabajar en casa en primer lugar...
Las palabras salieron tan rápido de su boca que no logró filtrarlas antes de que salieran, revelando uno de los pensamientos intrusivos que solían atormentarlo desde hacía tiempo. Se cubrió rápidamente la boca con sus manos al ver como el rubio se detenía de golpe a mitad de las escaleras.
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𝐂𝐀𝐒𝐓𝐋𝐄𝐒 𝐂𝐑𝐔𝐌𝐁𝐋𝐈𝐍𝐆 | 𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐏𝐚𝐫𝐤
Teen Fiction✨𝙲𝙲✨ 》You don't wanna know me now《 Tweek confía mucho en Craig, no por nada habían mantenido una relación sólida durante más de diez años. Pero aún cuando se cree que la confianza y la comunicación son las bases de una buena relación, nadie te ens...