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-Jungkook...

Mis brazos rodeaban su pequeña cintura, mientras me apresuraba a esconder el rostro en su cuello para luego inhalar su delicioso aroma, como si se tratase del acto más natural e instintivo.

Tenerla justo allí a mi lado, me hacía sentir tan seguro. Dongju se había convertido en más que solo una persona especial, amaba cada centímetro y rincón de su ser, siéndome casi que imposible notar sus innumerables imperfecciones.

-Te amo... - Susurré muy cerca de su oído, dibujando una de las más sinceras sonrisas.

-Yo... - Ella tragó saliva y suspiró - Yo también te amo -

Apreté mi agarre atrayéndola mucho más cerca de mí, permitiéndome besar su cuello, escuchando aquella dulce y tierna sonrisita cómplice que solía caracterizarle.

-¿Dormirás en mi habitación hoy? - Pregunté aún entre mis besos - Después de todo, anoche no pude regresar a casa por el proyecto de física... - Volví a sonreír - Y sé que me extrañaste tanto como yo, porque hoy por la mañana pude sentir el aroma de tu perfume en mi cama... Dime ¿Fue cómodo dormir en la cama de tu novio? -

-¿Ah? - Preguntó ella algo nerviosa - ¿Te dijo alguien que dormí en tu habitación anoche? -

Fruncí el ceño y me burlé entonces de su nerviosismo, tal vez tenía miedo de que le reprochara que estuviese cerca de mis cosas, o bien, usando de ellas.

-No, nadie me lo dijo tontita - Volteé su cuerpo para colocarle de frente a mí - Te dije justo hace unos segundos, que percibí tu aroma en mis sábanas... - Sonreí y besé sus labios tan suave cómo pude - ¿Piensas que voy a molestarme porque lo hayas hecho? -

-¿Te molestaría? - Ella sonrió al fin, al caer en cuenta de que no había problema alguno - Porque aquí entre nos, me encantaría dormir más seguido allí... - Terminó de decir mirando fijamente a mis ojos, mientras acariciaba mi pecho.

-Eres una niña muy busca problemas... - Solté acercándome a sus labios con una sonrisa.

Ella podía volverme loco en cualquier momento, eso era algo que por supuesto Dongju ya había descubierto desde nuestra primera vez juntos, en su habitación. Jennie nos había echado el cable evitando que Jae nos descubriera y terminara echándonos de la casa, o tal vez era su manera de disculparse después de haber sido cómplice de Mía.

-¿Muy felices los tortolitos? - Se le escuchó decir a Jimin desde la puerta del patio trasero - Deberían quitarse las manos de encima, si quieren que Jae no empiece a seguirlos a todas partes de la casa - Masculló entre una sonrisa burlona.

-¡No seas aguafiestas, Jiminie! - Le grité, agitando la mano. Sin caer en cuenta de cuánto se había alejado Dongju de mí, mientras mi compañero de cuarto había dicho aquellas palabras.

-¿Tú crees que sea aguafiestas, Dong? - Le preguntó él a una Dongju bastante seria.

-¡Deja de molestar, Min! - Ella rodó los ojos - ¿Qué quieres? -

-Pues nada preciosa... Venía a preguntarte si no estás muy ocupada, para empezar a hacer el proyecto de física - Jimin me señaló entonces - Porque a menos que Kook quiera hacer tu trabajo también, creo que deberías venir conmigo, ya -

-Vale, ya te sigo. Dame un minuto - Respondió ella, indicándole a su mejor amigo que podía irse ya.

Donju y Jimin eran como uña y mugre, desde su llegada a la casa esos dos se habían entendido más que bien, se defendían uno al otro, se ayudaban el uno al otro, sin mencionar que resultaban ser el confidente más fiel del otro.

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2023 ⏰

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