Faro roto

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Una historia en la noche, de carreteras vacías, de una oscuridad profunda que las luces no extinguían. Los kilómetros avanzaban como se podía, las cunetas guardaban variedad de miradas escondidas. En uno de los tramos, con velocidad reducida, siempre respetando las indicaciones recibidas, el coche sufrió un encontronazo con un cervatillo que quería cruzar de un lado a otro del asfalto que componía la vía. Con tal mala fortuna que un golpe se llevaría, desplazándose a varios metros de la máquina que lo agredía. Con el frenazo clavado y el animal de rodillas, el momento fue congelado sin saber qué pasaría... Incorporado el cervido, escapó aparentemente sin heridas. No pasó lo mismo con el coche, que su faro izquierdo lo pagaría.

Pensamientos de un día.Where stories live. Discover now