El odioso chico de ojos azules:

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Katherine

¡En Dirección! Mi padre me matará. Todo por la arpía de Amy. ¿En serio mi vida no puede ser normal por un día? Respiro ondo intentando mantener la calma.

Todo inició en el comedor. Iba a pedir mi almuerzo como una estudiante normal, pero claro a Amy le estorbaba y tuvo que chocar contra mi "sin querer" y vertir su almuerzo sobre mí. Todos comenzaron a burlarse, lo que solo provocó que mi ira creciera. Me habría creido lo del choque imprevisto si no se hubiera reído en mi cara con aires de suficiencia. Entonces perdí mis estribos y le lancé el spaguetis que la señora del comedor iba a servirme. Todo pasó demasiado rápido, la rubia me tomó del cabello y comenzó a alar de este.

-Peleas como niña rica -escupí su rostro.

-¡Esto es por llamar zorra a mi madre! -me dió una fuerte cachetada. Sentí el ardor en mi mejilla y cómo la ira en mí aumentaba.

Ella era más fuerte que yo pero eso no importaba. Cuando deseas mucho conseguir algo, lo consigues. Y yo deseaba desfigurar su bonito rostro a golpes. Quería que dejara de restregarme en mi cara que ahora se había metido en mi vida y que se encargaría de hacerme vivir un infierno. Quería hacerle saber que no se lo pondría fácil, que yo no era su marioneta y no me dejaría pisotear.

Logré deshacerme de su agarre en mi cabello y no dudé en golpearla.

-¡Esto es por meterte en mi vida! -su nariz comenzó a sangrar.

-¡Pelea, pelea, pelea! -gritaban en coro.

-¡Katherine! -escuché la voz de Tayler a mis espaldas. -¿Estás bien?- sonó preocupado.

-Si, no pasa nada. -contesté.

-¡Amy! -dijo Millie preocupada.

-Estoy bien -respondió Amy tomando una servilleta para frenar el sangrado de su nariz.

-Amy Aston y Katherine Hope Walker -los nombres de ambas se escucharon por todo el comedor -¡A mi oficina!. -dijo con voz de trueno la directora y luego desapareció por el pasillo central.

Respira Katherine, no la golpees de nuevo, no le saques los ojos. Me repetía mientras caminaba a su lado por el pasillo central.

-Siéntense -dice la Dir. Camille en cuanto entramos en su despacho.

Obedecemos sentándonos frente a su escritorio.

-Directora, ella empezó -salta Amy señalándome.

Me mira y sé que esconde una sonrisa vengativa detrás de su apariencia de niña incente. Fruño el ceño y le regalo una mirada asesina. ¡Vaya cría!

-Amy no te he dado permiso para hablar -dice Camille con tono de desaprobación e intento no reír.

-Katherine, apenas llevas un semestre y medio aquí y ya te has metido en problemas. -niega con su cabeza y vuelve su mirada a Amy. -Y tú señorita, no me agradaría llamar a tu madre para decirle que te has peleado con tu hermana. -dice dirigiéndose a Amy.

-Ella no es mi hermana -decimos ambas a la misma vez.

-Sólo no quiero que los problemas familiares intervengan en sus estudios. Si están en desacuerdo en algo, lo resuelven fuera. ¡En mi instituto no permitiré este tipo de peleas! -golpea el escritorio con ambas manos y doy un brinco. -Llamaré a sus padres y hablaré con ellos sobre esto. -dice con un tono más calmado y se incorpora en su silla giratoria. -Pueden irse.

???

La fuerte brisa despeina mi cabello. Me encuentro en un banco del jardín del instituto esperando a Tayler, quien aún está en su ensayo de música. Las hojas de los árboles caen sobre el verde césped del campus. Vuelvo mi vista al libro que tengo sobre mis piernas y continúo leyendo.

¿Y si rompemos las reglas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora