¿Y si rompemos las reglas?

Antes de la fiesta:

Katherine

Me encontraba en las gradas de la cancha de basketball, terminando de leer "Cincuenta sombras de Grey". Los hermanos Parker competían contra aquel intrigante chico que me había arrebatado el libro, hacía apenas dos días. Este moreno, de ojos oceánicos, encendía todas mis alarmas. Era cómo si la vocecita que hay en mi cabeza me rogara alejarme de él y precisamente eso, despertaba aún más mi curiosidad. Pero algo tenía claro, era un estúpido.

Continúo leyendo tranquilamente, intentando ignorar los ruidos provenientes de la cancha.

Cuando leo es cómo si me adentrarse en el libro y sintiera la tinta de cada letra que decora sus hojas. Como si mi fantasía fuera la realidad y yo fuera algo más que una tercera en esta historia. Leer me hace sentir parte de algo. A veces no creo ser la protagonista ni de mi propia vida, pero en los libros puedo ser quien quiera.

La brisa fresca acaricia mi rostro y siento la presencia de alguien a mi costado. Volteo a verle y para mi sorpresa se trata de Millie Aston.

-¿También te gusta leer? -pregunta curiosa.

-Sí.

-¡Genial! Yo prefiero las novelas de terror pero igual tengo algunos libros en físico que creo que te gustarán. -me comenta en lo que toma asiento junto a mí. -Ahora que viviremos juntas tendré con quien debatir sobre mis gustos literarios. -me sonríe amablemente.

-¿Intentas ser una hermanastra agradable? Porque si es así tus esfuerzos son en vano. -termino soltándole.

-Sólo quiero que no te sientas sola. -su mirada es reconfortante.

-No me siento sola. -miento.

-No sabes mentir, Katherine. Eres distraída en clases, te pasas el día detrás de los libros, llegas con ojeras al cole cada mañana y de seguro te gustan los gatos. -acierta en todo.

-¿Qué hace que me gusten los gatos? -arqueo la ceja.

-Los gatos son animales que necesitan y aprecian el cariño constante. Las personas más solitarias buscan la compañía de los gatos. -me explica.

-No soy solitaria.

La verdad es que sí lo soy. Mi único amigo en todo el instituto es Tayler apesar de que llevo medio semestre aquí. No hablo con nadie de mi clase a menos que sea muy necesario. Me paso los recreos en el campus, la biblioteca o en algún rincón donde pueda estar a solas para leer con tranquilidad. Aunque está mañana no he tenido suerte en eso.

-Mi intención no es ser tu enemiga. Quiero que intentes verme cómo alguien a quien le importas. ·coloca su mano en mi hombro, me mira con cariño.

-¿Por qué te importaría? No me conoces.

-Tal vez. Pero yo también he perdido a alguien a quien amaba mucho. -sus palabras despiertan mi curiosidad.

-No entiendo.

-Puede que algún día te lo cuente. -sonríe

-¡Millie! -grita Amy desde la cancha. -Vámonos ya.

Millie asiente y vuelve su mirada hacia mí.

-Nos vemos en clases.

-Sí

Nos despedimos con un beso en cada mejilla y mi hermanastra desaparece por las escaleras de las gradas.

???

La mañana ha sido eterna, sobre todo la clase de química. El profesor ha dejado un trabajo para la próxima semana, me ha tocado hacerlo con Lucy. Quedamos en que iría a mi casa el finde, ya que yo tengo prohibido salir a no ser para ir al cole.