La fiesta de Natalia:

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Dylan

Odiaba las fiestas, gente desconocida, ruidos que hacían mis oídos colapsar y esa luz titubeante que colgaba del techo e iluminaba el suelo con vivos colores. La bebida era lo único positivo, eso y la pequeña probabilidad de que Hope asistiera. Aunque luego de la pelea con su hermanastra lo dudaba.

Camino entre la multitud intentando llegar al rincón en el que se encuentra Alison. Está desorientada y baila descontroladamente. Pongo mi mano sobre su hombro haciendo que voltee hacia mí.

-¿Te has colocado?-pregunto lo obvio

-¡No te escucho, la música está demasiado alta! -grita.

Suspiro frustrado y la tomo del brazo arrastrándola hasta la cocina.

La casa de Natalia es enorme y aún así el salón principal se ha llenado de tal manera que cuesta respirar.

Al entrar en la cocina siento como la ruidosa música disminuye su volumen y mis oídos se sienten aliviados. Alison se sienta sobre la meseta y prende un cigarro, el cual le arrebato.

-¡Ey! -exclama mi hermana al verme apagándolo y tirándolo a la basura.

-Deja de fumar esa mierda -le exijo

-Deja de controlarme tanto.

-Sólo me preocupo por ti.

-No te he pedido que lo hagas. -baja de la meseta y camina hasta la puerta.

-No tienes que pedírmelo, soy tu hermano mayor y es mi deber.

-Estamos en una fiesta, se supone que vine a divertirme ¿no?

-No. Vinimos a cumplir la misión.

-Ya. A eso viniste tú, yo no pinto nada en este plan maquiavélico. -se encoje de hombros y sale de la habitación, volviendo a la multitud.

Suspiro y me paso las manos por el cabello en forma de frustración.

Es una niña malcriada y rebelde. Espero que no la cague esta noche.

Mi corazón se acelera al ver a la chica que entra en la cocina. Luce un hermoso vestido blanco que llega hasta mitad de sus muslos. Es de tirante y ajustado en su cintura, luego cae en un vuelo.

Me mira y su rostro se tensa, voltea su mirada hacia otra parte evitándome. Me encuentro recostado a una de las paredes con las manos en los bolsillos. Ella rodea la meseta para tomar una botella de Hidromiel. La observo en silencio. Abre la botella con un sacacorchos y sirve un poco en una copa. Bebe un sorbo de la misma mientras me mira.

-Katherine -la nombra Tayler Derrik al entrar en la cocina.

Parece su perrito faldero, siempre detrás de ella, apareciendo en todas partes.

-¿Ya empezaron? -pregunta la pelirroja y su amigo asiente.

Ambos salen de la habitación mientras yo me quedo inmóvil, ignorado como una sombra.

Mi móvil suena y tomo la llamada.

-¿Estás listo? -pregunta Dimitric desde el otro lado de la línea.

-Sí.

-Dentro de media hora en su habitación. Sabes donde queda, la conoces muy bien.

-Vale. -digo fastidiado.

???

La música me aturde por un momento cuando vuelvo al salón principal, hasta que mis oídos se vuelven a acostumbrar al ruido. No veo a Alison por ninguna parte.

¿Y si rompemos las reglas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora