Thursday

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Al despertar, Taehyung se sintió con frío, su chico no estaba a su lado al despertar, por un momento creyó que se había ido después de obtener lo que necesitaba, miro una pequeña nota que se negó a leer, porque creyó que diría algo como "Desayuna y vete" siempre le tocaba leer cosas así


¿Por qué pensó que Jungkook era diferente?.


Se sentó en la cama y talló sus ojos que amenazaban a lagrimear y picar.

La puerta se abrió lentamente y con sigilo, Jungkook traía una taza de café y panes tostados con mermelada, miró aquella escena enternecedora y quiso saltar a comerse al chico en su cama, ¿por qué era tan tierno?

— Buenos días bonito — le dijo y cuando el castaño alzó su mirada se preocupó, ¿por que tenía sus ojitos llenos de lágrimas? — ¿Qué tienes? ¿Qué pasó? ¿Te duele algo? ¿Te lastime? — Dejó rápidamente las cosas sobre el buró, corrió a abrazar y consolar al chico —

— Perdón... — sorbió por la nariz — Es que yo... — Se aferró a el pecho de Jungkook y lloro un poco más — Creí que me habías dejado y me tendría que ir como un cualquiera — siguió llorando — Perdón... —

— Tranquilo precioso — acarició su cabello y espalda — Estoy aquí — sin dejar de abrazarlo tomó la nota que escribió para el — ¿Supongo que no leíste mi notita? — el castaño negó escondiéndose en el pecho del tatuado — Bueno, está dice "Buenos días precioso, déjame consentirte y no te levantes" — le apretó más a su cuerpo —

— Perdón... es que... — Se avergonzó —

— ¿Es que? — las caricias seguían sobre la espalda del delgado —

— Los chicos con los que he estado... — Se separo de el para verlo a los ojos — Siempre me dejaban notas, como si fuera un cualquiera, y al ver la nota... Creí que sería lo mismo... Perdón Kook — Ahora se acurrucó en el hueco de su cuello —

— Lamento que esos hombres te hallan hecho sentir así, merecías algo mejor, lo mereces — beso su sien — No digo que yo lo sea pero, quiero intentarlo, déjame demostrarte que puedo ser mejor que ellos — siguió besando ese punto — déjame hacerte feliz todos los días, las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana —

Taehyung no creía lo que escuchaba, no sabía si estaba en su realidad deseada y es por ello que había encontrado a un hombre que cumplía sus estándares

— Esta bien... — le susurro —

— No te vas a arrepentir —- le tomó del cuello y le besó tiernamente, necesitaba darle a entender con ese beso que el, Jeon Jungkook no lo iba a lastimar y no permitiría que nadie lo hiciera —

— ¿No es extraño? — dijo mirando los labios con aquellos pircings —

— ¿El que? — acomodó el cabello castaño que caía en la frente del muchacho en sus brazos —

— Nos acabamos de conocer y ya me tienes enamorado Jungkook —

— Imagínate como me siento yo... Termine mi relación de muchos años y ahora estoy completamente encantando de ti, eres hermoso en muchos sentidos y aunque aún tengo cosas por conocer de ti, se que vale va a valer la pena enamorarme ahora —

Pasaron la mayor parte del día juntos, Taehyung pudo conocer mejor a Jungkook y su compañero de casa, que los encontró besándose en el salón.

Después Jungkook llevo a su casa a Taehyung, debía ir a trabajar, así que le dijo que regresaría por el para verlo actuar y regresarlo a su casa, sano y salvo.

Cuando fue por el, quedó encantando con lo hermoso que se veía, llevaba un hermoso traje camel con una camisa blanca.

Kim Taehyung era un imán de miradas, pero la única que ahora le importaba era la del tatuado que le acariciaba el muslo mientras manejaba.

— ¿Crees que me dejen quedarme? — Jungkook se estaciono —

— Hablare con el capitán, se que te dejará — acarició la mano en su muslo — Vamos — iba a salir del auto pero Jungkook puso fuerza a su agarre —

— No te lo dije, pero te vez increíblemente hermoso con este traje — Se acercó a besar su mejilla — ¿Me dejaras quitártelo después? — le susurro coqueto —

— Si te portas bien, tal vez te deje — Taehyung le miro a los labios y luego salió del auto —

Jungkook estaba encantado, hechizado, loco y enamorado del chico frente a el, no podía creer que aquel chico fuera tan Perfecto.

Sus facciones, su voz, su canto, sus manos, su sonrisa, sus labios, todo de el, le comenzaba a fascinar y no tenía ni una semana de conocerlo. Ya se habían declarado mutuamente, se habían regalado un orgasmo y habían compartido sus sentimientos.




¿Le debería asustar que todo fuera tan hermoso?






























Hola!

SEVEN - KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora