28. life

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Michael aparca en el estacionamiento que hay junto a la playa de Bondi. Aún es temprano, por lo que no está muy lleno. Baja de su coche y coloca bien su bañador, sintiéndose nervioso. Ha decidido que ninguno de sus amigos le acompañe, ya que lo único que hacen es ponerle más nervioso.

Cierra el coche y empieza a caminar hacia la playa. Son las nueve, así que no cree que Cherry haya llegado aún. Se quita las chanclas, caminando descalzo sobre la arena, que para su suerte no está demasiado caliente. Al llegar a la orilla, se quita la camiseta y la deja en el suelo junto a sus zapatos. Pretende darse un baño antes de que Cherry llegue. Eso sí: sin mojarse el pelo, ya que se le llenaría la cara de tinte rosa. Además, le ha tomado horas peinarse y no quiere arruinarlo.

Se adentra en el agitado agua, dejando que todo su cuerpo, excepto la cabeza, se refresque en el caluroso día de verano en qué se halla. Cuando sale, el aire que corre hace que sienta algo de frío, que se le pasa al ver como un grupo algo grande de adolescentes, entra en la playa. Ahí, entre todos aquellos, debe estar Cherry.

Se pone rápidamente la camiseta y pasa su mano por su cabello, nerviosamente, viendo como el grupo de adolescentes va bajando hacia la orilla. Una vez ahí, algunos monitores empiezan a enseñarles cómo va el surf, mostrándole las cosas más básicas.

Michael puede reconocer a Cherry desde lejos. Ella lleva puesto un bikini completamente negro, mientras que su cabello está suelto. Tiene un bronceado natural que le encanta, además de un cuerpo que le incita a pensar en cosas no muy limpias. Él se sienta en una roca, observando desde lejos, sin atreverse a acercarse todavía.

Se centra en el cuerpo de la chica, sintiendo que podría ir corriendo hacia ella y hacerle el amor sobre la tabla de surf. El cuerpo de Cherry en vivo es incluso mejor que a través de la pantalla. No entiende cómo puede estar bronceada, si es de Noruega. Luego recuerda que ha estado una semana en Las Vegas, y le cuadra que la piel de la chica se vea con ese tono tan insinuante. Su pecho parece tener el tamaño perfecto para el cuerpo de la chica, ni demasiado grande, ni pequeño y está cubierto de manera perfecta por el sujetador del bikini, sin tapar demasiado, ni tapar muy poco. Y su culo, respingón, no para de captar la atención de Michael, haciendo que cada vez tenga más ganas de agarrarlo. Toda esta combinación, provoca una reacción no demasiado agradable a la vista en el joven.

Durante un par de horas, se queda allí sentado, viendo como todos aquellos chicos entran al agua con tablas de surf y empiezan a tomar las olas. Cherry no es muy buena en ello, y pasa más tiempo en el agua que sobre la tabla, hecho que a Michael le parece adorable, y le provoca más de una carcajada por las estrepitosas caídas de la rubia, eso sí, después de asegurarse de que está bien.

Cuando están saliendo del agua, ya preparándose para irse por órdenes de los profesores que les acompañan, Michael se levanta decidido, asegurándose que va a ir hacia Cherry y, al menos, saludarla. Así que empieza a andar con paso firme, pero cuanto más se acerca, sus piernas empiezan a temblar. No puede hacerlo.

Cherry, por su parte, mientras está secándose con la toalla, comentando con sus amigas lo divertido que ha sido hacer surf a pesar de ser tan torpe en ello, ve a lo lejos un chico con el pelo rosa, que le resulta familiar. Entonces recuerda el chico que vio la noche anterior en instagram, y alza el brazo, saludándole desde lejos, ya que la está mirando fijamente. Aquel chico, del que no puede recordar si sabe el nombre, se queda pasmado y apenas puede levantar un poco la mano para saludarle de vuelta, antes de que sus amigas la agarren para irse.

Stalker » m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora