«Siete minutos en el cielo» (+18)

Primera parte.

Narracion en primera persona por Muichiro.

-¡Venga, chico! Tienes que ir.-Dijo mi amigo, Uzui Tengen. Recién me ofreció ir a una fiesta de algún compañero de la preparatoria.

-No. Uzui, esas fiestas son un asco, solo son menores de edad poniéndose ebrios.

-Y también tienen sexo.-Añadió. -Y del bueno.

Suspire con cansancio y me dedique a guardar mis libretas en mi mochila a toda prisa para poder irme y no tener que escuchar las estupideces de mi compañero.

-¡Tienes que ir!.-Insistió una vez más. Acercándose a mi, a tal punto que invadía mi espacio personal.

-Dame una buena razón para que vaya.- Lo empuje levemente, manteniendo distancia.

Uzui no lo pensó por mucho tiempo y respondió. -Perderías la virginidad.-Dijo levantando y bajando las cejas.

-Eres increíble.- Le dije con molestia.

-¿En el buen sentido?.

Me levanté ignorandolo por completo y salí del salón a toda prisa, tan solo di unos pocos pasos fuera del aula y ya logré escuchar sus apresurados pasos detrás de mi.

-¡Y también irá T/N!

Giré la cabeza en cuanto escuché ese nombre. -¿Huh? ¿Ella irá?.-Pregunté curioso.

-Te lo acabo de decir.

-¿Ella irá?- Volví a preguntar.

-Si.

Entrecerré los ojos y lo mire por unos segundos tratando de descifrar si mentía, sin embargo no habían indicios que me hicieran creer que lo estuviera haciendo.

Lo pensé por unos breves instantes, Así que...T/N... Ella iría a la fiesta. ¿Que había que pensar? Si yo iba a la fiesta habría una posibilidad de que pudiera hablar con ella.

-¿Entonces? ¿Irás?.- Pregunto el peliblanco con una sonrisa maliciosa.

-Lo pensaré.

-¡AGH! Vamos Muichiro, ¡La fiesta es esta noche!- Se quejó.

-...Bien. Iré.

-¡Genial! Te mandaré un WhatsApp con la ubicación.- Exclamó emocionado. En realidad a el no solía importarle si yo asistía a fiestas o no, pero si T/N estaría allí habría drama.

Y todos aman el drama.

-Ajá.-Respondí tranquilo mientras ambos salíamos de la escuela.

-Espero verte alli esta noche. Y no olvides usar desodorante, realmente lo necesi...

-Ya lárgate.-Exigí irritado, si había alguien que supiera hacerme enfadar ese alguien era Uzui.

-Bien, bien. Adiós. -Se despidió agitando la mano de un lado a otro y se fue a molestar a un grupo de muchachas de primer año que pasaba por ahí.

Pobrecitas.

Mire por última vez a mi amigo y al asegurarme de que estaba lo suficientemente lejos de mi comenzé a caminar a la cafetería en la que trabaja T/N.

Su tía era dueña de el local y ella solía ir a trabajar de mesera en las tardes después de la escuela.

Sin embargo, sabía que ella recién estaría en camino para asistir a su jornada de trabajo. Así que decidí esperar en un parque cercano hasta que ella llegara.

Luego de varios minutos ella entro a la cafetería, espere unos minutos para poder entrar, pues no quería que pareciera que iba detrás de ella.

Pasaron aproximadamente cinco minutos cuando me anime a entrar.

En cuanto puse un pie en el local percibí el fuerte aroma del café y chocolate que emanaba el lugar. Tomé asiento en una mesa cercana y espere a que alguna mesera del lugar atendiera, de preferencia esperaba que fuera T/N.

Comencé a buscarla con la mirada disimuladamente, logré verla entregando un pedido en una mesa cercana. Al parecer ella noto que la miraba, pues volteo algo incómoda.

Pero su mueca de incomodidad cambio al instante a una de alivio cuando me vio. Comenzó a acercarse a mi con una ligera sonrisa, mis nervios no tardaron en presentarse así que apreté mis puños debajo de la mesa intentando calmarme.

-¡Hey! Muichiro. ¿Que tal estás?- Pregunto alegre, estaba tan cerca que pude oler el dulce aroma de su perfume juvenil.

-Bien. ¿Y tú?-Respondí con una sonrisa tranquila, mientras por dentro mi corazón latía tan fuerte que pareciera que fuera a estallar y las tripas se me retorcían de emoción.

-¡Bastante bien! ¿Sabes? Por un momento pensé que eras una clase de pedófilo acosador o algo así, suelen venir muchos a este lugar y toman fotos por debajo de las faldas de mis compañeras.

-¿Ah sí?.-Puse una mueca extraña.- Pues ten por seguro que no soy un acosador pedófilo. Solo vengo por un café Americano.-Sonreí tratando de aliviar el ambiente.

Ella me sonrió devuelta.

-Entonces un café Americano será.-Se quito el bolígrafo del cabello.-¿Con leche y azúcar?- Preguntó comenzando a escribir en su pequeña libreta.

Asentí en respuesta a su pregunta, ella sonrió por última vez y se fue, la seguí con la mirada en todo su trayecto hacia la cocina, su cabello estaba bien recogido y su ropa planchada. Es una chica impecable. Sus notas son perfectas, es popular, amable, guapísima, dulce y divertida.

Es una lástima que tenga novio.

Su novio es un chico de la escuela, Shinazugawa Genya, hermano menor del profesor de matemáticas. El es algo rudo pero amable, es un buen tipo, sin embargo es novio de la chica que me gusta.

Es el enemigo.

Solíamos ser amigos en la secundaria, hasta que le conté que T/N me gustaba y por alguna extraña razón dejo de hablarme y días después comenzó a salir con ella.

Me pidió disculpas y luego dejamos de hablar, aún así sigo sin poder perdonarselo. ¿Por qué tuvo que salir con la chica que me gusta?

-Aqui está tu café.- Estaba tan distraído que ni siquiera me había dado cuenta de que T/N había vuelto, y traía el café. Me tense por un instante, pero rápidamente relaje mi cuerpo intentando disimular mi susto.

-Ah, gracias. ¿Esta hecho con amor?-Bromee.-No suelo beber algo que no esté hecho con amor.

-No lo hice yo. Lo hizo Tomioka-san así que es más probable que esté hecho con estrés y desesperación que con amor.-Rió.

-Que lastima.- Hice una mueca de tristeza exagerada, haciendo reír más a T/N.

-Peeero~.- Movió su dedo índice de un lado a otro y luego tocó el aza de la taza.-Ya tiene amor.-Guiñó un ojo y se fue.

Un fuerte rubor se hizo presente en mis mejillas, inconscientemente curve la boca en una sonrisa boba mientras la observaba irse una ves mas.

No puedo esperar para ir a la fiesta esta noche.