NOIR || PondPhuwin

Capítulo 3: Sabanas mojadas

Pond está en su habitación, mirando la pared, encordando su guitarra acústica sin pensar mucho. En realidad, está pensando mucho en lo que dijo Phuwin en la estación de televisión antes, pero está tratando de no pensar en eso.

- ¿Perdido en tus pensamientos? – Ohm aparece en su puerta, haciéndolo detener la guitarra. – ¿Qué pasó antes cuando me estaba duchando? No dijiste una palabra en el camino de regreso. – Pond niega, sin decir nada. – Vamos, te conozco mejor que eso.

- No pasó nada. De verdad. 

– ¿Quizás ese es el problema? – dice Ohm y Pond lo mira, algo triste. – Esta cita falsa ni siquiera ha comenzado y ya estás con esta cara.

– ¿Qué cara?

– Esa cara de perro callejero. – Ohm desordena su cabello, dejando escapar un suspiro. – Sabes, tal vez es nuestro destino ser miserables por amor. – Pond levanta una ceja, mirándolo.

– No, no me incluyas en este discurso de autocompasión. Es ridículo. – pone los ojos en blanco. – Solo escúpelo y déjate de tonterías.

– Eres tan frío de corazón. – dice Ohm, golpeándolo levemente.

– Y eres tan dramático. No necesito el drama, ya están pasando muchas cosas. – dice Pond, pasándose los dedos por el pelo.

– Es solo que... es difícil para mí entenderlo. ¿Por qué es tan difícil tener una relación normal? Quiero decir, la teoría es tan fácil: dos personas se gustan, se juntan, final feliz. No es complicado. – Dice, algo insatisfecho. – Entonces, ¿por qué cojones es tan complicado estar con alguien?

– Ojalá pudiera tener esta respuesta, pero sabes que no la tengo. – dice Pond, mirando hacia la puerta, temeroso de que Phuwin pueda llegar en cualquier momento. – Para mí, hay mucho en riesgo. Desde esta banda hasta nuestra amistad, no quiero arruinar nada. Honestamente, preferiría nunca decirle a Phuwin que me gusta. Es más fácil así para mí.

– ¿No tienes miedo? ¿No crees que te arrepentirás de estar en el escenario del "¿Y si?", algún día? – pregunta Ohm con una mirada preocupada. 

– Supongo que me arrepentiré más si lo estropeo. – Responde, haciendo suspirar a Ohm de nuevo. - ¿Qué pasa contigo?

- No sé. A veces creo que le gusto, a veces creo que no le gusto en absoluto. Es tan confuso y frustrante. Solo quiero huir de mis sentimientos. – Dice y Pond sabe exactamente cómo se siente. – Tal vez debería hacerlo.

- ¿Huir? Por favor, no lo hagas, será un caos reemplazarte. – Pond bromea y Ohm pone los ojos en blanco. 

– Solo correr, idiota. Daré un paseo por el complejo de apartamentos y sudaré las preocupaciones. ¿Quieres venir?

– ¿Ya extrañas a tu antiguo compañero de cuarto? – Phuwin llega a la puerta, mirando a los dos chicos adentro.

– Pond invita a correr por la noche. Puedes venir también.

- No, gracias. Prefiero leer mi libro y dormir pero gracias. – responde, caminando hacia su cama con una enorme botella de agua en sus manos. Siempre hidratado.

– Sí, voy a pasar. Pero avísame si funciona. – dice Pond y Ohm sale de su habitación, cerrando la puerta justo detrás de él. – ¿Has oído la conversación?

– No realmente, pero apuesto a que estaba hablando de Nanon. – dice Phuwin, organizando su cama. – No los entiendo.

– Supongo que tampoco se entienden. – Responde, volviendo a encordar levemente su guitarra. 

– Las personas enamoradas son difíciles de entender. 

– Deberías escribir esto y usarlo en una canción. – dice Pond riendo y Phu solo lo mira. Se sienta en su cama y toma un cuaderno del cajón, haciendo exactamente lo que dijo el mayor. – ¿Realmente anotaste?