Capítulo # 2

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Te escuché morir dos veces,
una vez cuando te enterraron en la tumba
Y la segunda vez
es la última vez que alguien mencionó tu nombre

- Glorioso de Macklemore -

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-Despierta.

No quiere despertar. Eso requeriría moverse, y él esta perfectamente cómodo donde yace recostado cerca del cuerpo cálido. Tumbarse boca abajo en la hierba no es exactamente digno, lo sabe, pero no hay nadie aquí para mirar, así que todo recae en que puede hacer lo que quiera y así se lo dice a la voz sobre su cabeza, aunque suena más como un gruñido ahogado que como palabras reales.

La voz se ríe.

-Vamos, es hora de despertar. Te dejé estar ahí el tiempo suficiente.- Realmente, realmente no quiere despertar. El sol calienta en su espalda, la hierba huele a primavera y a lavanda aunque esta seguro que ese olor proviene de la figura a su espalda. La simple presencia de la persona a su lado es más reconfortante que la suave caricia del cálido viento que despeina su cabello. Felizmente podría quedarse así para siempre.
-¿Qué, es el rostro de tu omega demasiado radiante para que lo vean tus ojos mortales?

Minho no puede reprimir la sonrisa que se dibuja en las comisuras de su boca ante eso. Gira la cara y abre un ojo para mirar a Jeongin, sentado a su lado en la hierba.

El azabache se inclina con una amplia sonrisa de cariño.

-Ahí lo tienes.-dice, y aparta el cabello de la cara de Minho. El mayor aparta su mano y se sienta, arrastrando los pies más cerca y respirando profundamente, atrapando su aroma. Se sientan en una arboleda, rodeados de un bosque de frondosos árboles verdes que nunca se detiene, todos cubiertos de hojas vibrantes y de un verde oscuro que son cepilladas por el viento. Las roturas en las copas de los árboles más cercanas a ellos permiten que una corriente de luz solar ilumine perfectamente el lugar que él y Jeongin han elegido. A lo lejos, puede escuchar los sonidos del agua que gotea suavemente, y siente que sus ojos comienzan a cerrarse de nuevo para deleitarse con la serenidad de todo.

A su lado, I.N lo empuja con el brazo.

-¿Te pinchas el dedo en una rueca o algo así?-Ante la ceja arqueada de Minho, agrega.-Nunca ví La Bella Durmiente contigo ...-Entonces se ríe, y el sonido reverbera en la mente del beta , repitiéndose una y otra y otra vez. Es fácil y lleno de alegría, como una campana de viento en la brisa de verano, y Minho siente que su corazón palpita y se aprieta dolorosamente con el sonido, aunque parece que no puede entender porqué. Su compañero sonríe levemente en la distancia, su rostro se inclina suavemente hacia el cielo, y el sol ilumina su cabello azabache mientras proyecta un resplandor alrededor de su figura. El halo de la luz del sol le recuerda brevemente al mayor una pintura renacentista en las paredes del Vaticano, y él se encuentra, sin razón aparente, paralizado ante el omega. Absorbe cada rasgo del hombre, porque no puede evitar la sensación de que nunca tendrá otra oportunidad. Su rostro juvenil, su postura relajada, pero fuerte y confiada.

Minho lo extraña, se da cuenta de repente. Con todo su corazón adolorido lo extraña.

El omega luego se gira y lo mira de nuevo, ahora suavemente. Los ojos acaramelados acerados de Jeongin están fijos en los oscuros de Minho, y recuerda ahora. Sabe porqué le duele el corazón cada vez que I.N le sonríe, porqué escuchar su risa es como un recuerdo lejano lleno de una nostalgia dolorosa que sangra por la herida abierta de su corazón.

-Tienes que despertar ahora.-El beta cierra los ojos con fuerza y ​​niega con la cabeza violentamente.-Hyung...

-No puedes obligarme, Yang.-espeta.-Este es mi sueño y me despertaré cuando lo considere oportuno.

•Una segunda oportunidad•| Minjeong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora