DOS

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Abel bajando las escaleras rapido y nervioso por tener al chico detrás, se gira, se quita los cascos y lo mira con una mirada intensa sin saber que decirle.

–¿Hola?—pregunta Abel nervioso por decir algo, ¿Eres el de antes,no?.

–Si..emm, solo quería saludarte y darte la bienvenida supongo,¿Eres nuevo aquí?

Abel, dejando perder el nerviosismo y la timidez sigue hablando con el chico.

–Nooo, llevo desde pequeñito pasando las vacaciones en la casa de mi tía solo que hace un año no vengo por problemas familiares, ¿Y tú?

–Si, mi papa recién compro la casa hace nada.

–Que bueno—responde Abel intentando ponerse los cascos de nuevo pero interrumpe la voz del chico nuevo detrás suya otra vez.

–Me llamo Marco por cierto,¿Y tú, chico?

–Abel, un gusto.

–Bonito nombre, me pareciste lindo y por eso me acerqué a ti, igual lo siento si te lo tomaste mal o raro, no suelo socializar mucho aquí.

Abel con intriga de conocer más a Marco le responde—¿Te gustaría venir a tomar un helado? Justo me pilla de camino y así nos conocemos mejor, si quieres claro.

–Claro—Marco entusiasmado le responde.

Al rato, luego de un largo e incómodo camino, llegan a la heladería más conocida de allí.

–Holaa, uno de chicle y fresa porfavor—intenta hablar Abel pero por el ruido no se le escucha por su baja voz.

Salta Marco apartándolo por su cintura y grita—Uno de chicle y fresa y otro de chocolate porfavor, dirigiéndose hacia el hombre para pagarle.

Lo aparta Abel respondiéndole que puede pagarse el suyo y que no hacía falta que se lo pagará Marco.

Marco, con una expresión rara le responde que ya lo paga el apartándolo.
Abel termina aceptando y se sientan en una mesa.

Abel, sorprendido por el cual Marco le ofreció pagarle el helado le responde—¿Porqué?.

–¿Porqué no?, yo quise pagartelo lindo, si te ofende a la siguiente pagás tu.

–¿Siguiente?..

–Ammm.. sí supongo que me gustaría conocerte más y salir contigo a tomar algo—responde Marco con aspecto tímido.

–Mmm, está bien.

Después de un largo rato hablando y terminándose el helado, Marco le pregunta porque venía aquí los veranos, por curiosidad, Abel sin saber que responder lo oculta con "obligación" y sim dudarlo le pide el número de teléfono.

Ya es de noche y Abel cómo de costumbre no puede dormir y el insomnio le está matando lentamente, la ansiedad por los recuerdos de Diego, una persona que le marcó tanto en su corazón que lo dejó vacío, las ilusiones que pasaban por la cabeza de Abel, la depresión en la que cayó por meses, nunca comió y ni un solo perdón de Diego recibió.

Escuchando música, salta un mensaje de un número desconocido, él, triste y decepcionado por su vida amorosa duda en responder, pero al final accede.
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<–   #   Marco   📞
Holaa, perdón al escribiste a estas horas, supongo que estarás dormido, soy Marco ;).  01:32

          Holaaa, no me duermo tan temprano.  1:45

Uy, no tenía fé en que me contestarás,¿Que haces despierto tan tarde?  1:46

              Estaba escuchando música, pero algo interrumpía de fondo jajskdsak. 1:46

Lo siento, quería hablar contigo. 1:47

       Estas escribiendo no hablando, tonto. 
                                                                    1:47
Jodete.  1:48
...
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Abel finalmente pudo dormir unos minutos después de haber hablado con el chico y coger confianza con el, era muy agradable y se sentía bien hablando con él, lo podía describir como un lugar seguro.

¿Que hora es?–se pregunta Abel a si mismo—¡LAS TRES Y CUARTO!, Ay mierda.

Cuando se despertó no había nadie en casa, Jennifer había ido a trabajar y su madre estaba haciendo la compra, así que decidió ir a desayunar abajo pero no eran horas pues le tocaba almorzar directamente para que no le mirasen raro. No paraba de pensar en Marco, quería conocerlo más en persona, pero su timidez no era capaz de eso, en chat era más abierto, pero cuando llegaba a verlo se cortaba y empezaba a ponerse nervioso por la forma en la que lo miraba.

En cambio, Marco se levantó temprano, feliz por tener una nueva compañía con la que compartir momentos, Abel se mostraba muy abierto con el pero en persona tímido y eso a él le transmitía tanta curiosidad que se le pasó por la cabeza llamarle para invitarlo a su casa para charlar con él y su hermano, lo que él no sabe es que Abel se encontraba pidiendo justamente un menú en el restaurante de su padre o conocido como "Burlsparker".

Era la primera vez que veía ese sitio, era tan lindo y transmitía buenas vibras, se encontraba a un kilómetro según marcaba el teléfono, al entrar había un chico que lo reconoció al instante, era su vecino, pero no sabía que era el hermano de Marco ni que sus padres eran dueños de ese Restaurante.

Enseguida le empezó a vibrar el móvil.
–Oh, es Marco,¿Hola?

–Ah,¿Holaa, cómo estás?, Solo quería decirte si querías venir a mi casa?

–¿Para...? Es que ahora estoy comiendo afuera.

–Amm, solo para jugar y charlar un rato en persona.

–Bueno, a las seis ahí estaré.

Abel cuelga y como si no hubiera pasado nada, se da la vuelta y vuelve a ver al chico de su piso, pero esta vez este le saluda y Abel responde educadamente.
Su llegada fue un poco rara, no esperaba socializar, lo que más odiaba pero quería aprender a ser feliz y no socializar gracias a sus amigos.

S1x-eyes don't lieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora