S1x-eyes don't lie

TR3S

<–   #   Marco   📞
...
¿Cuando vienes?  6:04

                               Ya vooooyyy tontoo. 6:05
                                                   Ábreme.  6:08

¿No sabes tocar el timbre?  6:08

                                              Ya, ábreme  6:08
Toca el timbre. 6:08

                                               Que te den  6:09

Ya voy a abrirte llorón. 6:10
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Al entrar Marco intenta recibirle con un abrazo, pero este se aparta y Henry suelta una pequeña risa.

–Lo siento, no me gusta el contacto físico.
–Oh, está bien, no te preocupes—Responde Marco.

–¿Él es tu hermano?, Lo vi en Burlsparker por la mañana.

– Lastimosamente si.

–Shhh, suerte que tienes—Responde Henry con una risita.

Abel entra y recibe a su madre con un abrazo y una tarta que había comprado.

–Ay, no hacía falta—exclamó Catalina sorprendida.

–Si, no te preocupes.

Después de su bienvenida se va a la habitación de Marco y le pregunta.

–¿No que no te gustaba el contacto físico ?

–¿Tanto querías el abrazo?

–No, corazón.

–Siiiii, lo querías tontito.

–Pues si,¿Y que harás al respecto?

–Joderte.

Entra Henry con unas cartas de "preguntas incómodas".
–¿Quieres jugar?—le pregunta Henry dirigiéndose a Abel.

–Todavia no tengo dieciocho.

—salta Marco en la conversacion—JAJAJA,¿Cuántos tienes?

–Voy a cumplir 16.
Henry mira a Marco y le grita—¡CARCEL!

Abel confuso pregunta—¿Porque?

Marco ocultándose afirma—Tengo 18.

–Bueno, mejor, ya juguemos—Henry.

Marco está incómodo ya que es el único mayor de edad en la sala y tenía miedo de que Abel le dejará de hablar por eso.

–Henry saca la primera carta y pregunta dirigiéndose a Abel–¿Eres hetero?

Abel sin saber que responder, ya que no suele hablar mucho sobre su sexualidad ni ponerse etiquetas—Soy... Bisexual.

Responde Henry—Ah, igual yo.

Yo también–Responde Marco—Creo...
Henry lo mira confuso mientras que Abel no sabe que hacer y pregunta.

–¿Contexto?

–Es bisexual desde que te conoció o nunca me dijo—Henry.

–A ti que, metete en lo tuyo.

Henry mira a Abel y le pregunta si quiere venir con el un momento a su habitación, Marco empieza a sentir una rabia en su cuerpo que termina en celos y responde sin el consentimiento de Abel  "no va a ir a ningún lado".

Abel mira el teléfono sin saber que hacer y encuentra mensajes no leídos y empieza a contestarlos mientras Henry y Marco se pelean por su decisión propia.
Salta abel en su pelea—Me tengo que ir, chao.