ANTES DE IRTE© (EN PROCESO)

CAPÍTULO XXI

Aiden Roberts

Tan solo verla se convirtió en mi paz, mi serenidad, no puedo creer lo afortunado que soy de tenerla a mi lado, es tan indescriptible la sensación de felicidad, nervios y deseo que siento por Alexa.

—¿Estás bien? —Pregunta deslumbrando con su hermosa sonrisa—. Estás muy callado.

—A veces no creo que una mujer como tú se haya fijado en mi

Hace silencio se acerca y se coloca de puntillas frente a mi dándome un dulce y tierno beso, mi corazón late tan fuerte por ella, solo por ella.

Saco las llaves de mi pantalón y la introduzco en la ranura, abro la puerta, todo está oscuro, enciendo las luces y veo a mis padres a mi hermana con Charlie en brazos el enorme cartel de feliz cumpleaños varios de mis compañeros de la universidad, todos se acercaron a felicitarme.

Alex me ve con esa linda mirada y cara de complicidad.

Me acerco y le doy un beso en la frente.

—Quiero presentarte a mis padres.

—¿Quuueee?... No... No, Aiden.

—Alexa, eres mi novia.

—Técnicamente no, no me los has pedido formalmente.

La tomó de la mano y caminamos directamente a donde están mis padres, siento sus nervios, sus manos sudan un poco.

—Mamá, Papá les presento a Alexa Jones. es mi...

Mi madre me interrumpe y nos da una mirada de desaprobación.

—Alexa la jefa de tu hermana, ya nos había hablado de ella. Lo que no entiendo es porque la tienes tomada de las manos.

—Alexa es mi novia mamá, y antes de que comiences a lanzar veneno nos conocimos mucho antes de saber que Alice trabajaría para ella.

Mi padre guarda silencio como de costumbre, mientras mi madre desaprueba mi relación con Alexa.

—¿Alexa cuántos años tienes?

cumpliré veintiséis años en un par de meses señora Roberts

—Eres 6 años mayor que mi hijo, él hace seis años tenía catorce años, hace seis años cuando enfermaba dormía en mis brazos.

Usted lo ha dicho señora Roberts hace seis años, ya Aiden es mayor de edad y con todo respeto lamento que no apruebe mi relación con su hijo, pero ambos somos mayores y es nuestro problema. Estoy enamorada de su hijo y eso no va a cambiar ni su opinión ni la de nadie.

La veo y sonrío, nadie jamás se ha atrevido a desafiar a mi madre, ni siquiera mi padre, Alexa le acaba de decir sus verdades.

Alice se acerca para que brindemos y calmemos un poco la pesadez en el ambiente.

Hoy mi hermanito menor ya cumple sus veinte años, mi mejor amigo y el mejor tío que puede tener Charlie, gracias por estar siempre con nosotras por cuidar a Charlie cuando enfermaba por despertar y darle su biberón cuando yo llegaba cansada del trabajo.

Alice se acerca, me da un beso y me entrega una cajita con un enorme lazo azul.

Lo abro y son unas llaves.

Hermano ya tienes tu departamento amoblado y con todo, mamá y papá me ayudaron, tienes un año libre de renta. Está a cinco minutos de acá así que estarás cerca de Alex, de Charlie y de mí.

Papá se acerca a mí y me da un gran abrazo.

—Se ve que es una buena chica y es muy hermosa, no la dejes ir hijo, se que no he sido un buen padre para ti, pero tu y tu hermana son lo que más amo en la vida.

Mis padres se despiden y salen de la casa de Alice.

Tomo a Alexa de la mano y nos escapamos de la fiesta de cumpleaños.

Alexa me mira y muerde su labio.

Voltea hacia la ventanilla del auto, — No le caí bien a tú mamá.

—A mi mamá no le cae bien nadie —Tomó su mano y la besó—. Nunca hemos tenido una relación normal con ellos, no te sientas mal, todo estará bien nena.

Toda mi concentración está en sus piernas, no pienso, no coordino intento calmarme, pero el deseo de poseerla me posee a mí.

En un abrir y cerrar de ojos estamos en las escaleras frente a mi nuevo departamento, la tomo entre mis brazos y la beso apasionadamente.

Abro la puerta y no le prestó atención a más nada, solo a ella.

No es nuestra primera vez y aun así, Alexa hace que cada encuentro se sienta inolvidable.

—Aún falta parte de tú regalo, — Sonríe y muerde su labio.

Alexa se abre el sobretodo y queda en ropa interior frente a mi, es tan hermosa y jodidamente sexy, suelta su cabello la miró de arriba abajo, con ojos de deseo.

La estampo contra la pared y la beso apasionadamente, sus piernas rodearon mi cintura, mi pene se va endureciendo.

Quiero penetrarla, escuchar sus gemidos, quiero que se sienta solo mía.

La cargo y la siento sobre la mesa, beso y mordisqueo su cuello, mis manos inquietas juegan con sus perfectos senos, los chupo, los lamo, quito su brasier para más comodidad, sus pezones están tan duros.

Bajo lentamente por su abdomen recorriéndolo con la punta de mi lengua.

Abro sus piernas y mi lengua recorre cada rincón de su vagina, lamo y chupo su clítoris, siento sus manos entrelazarse en mi cabello. Gime tan fuerte que es un delicia escucharla, siento su humedad y la disfruto, disfruto su sabor.

Hago una pausa, observo su cara de placer y el brillo en sus ojos.

Me regala una sonrisa, — No lo hagas, no te detengas.

Posa sus brazos alrededor de mi cuello y me besa apasionadamente, pierde el control y me envuelven en sus piernas mientras mueve sus caderas, siento mi miembro tan erecto.

Le doy una fuerte embestida y siento como sus uñas se clavan en mi espalda. La miro y sonríe mientras muerde su labio inferior. Mis caderas se mueven al ritmo de la suya, se arquea entre mis brazos dándole entrada al orgasmo, sus piernas tiemblan, siento su aliento tan dulce cerca de mis labios.

Me excita tanto verla disfrutar de placer.

Entre sus jadeos me susurra al oído cuando me ama.

­ ­― Te amo Aiden Roberts, amo todo de ti.

Caen lágrimas de sus hermosos ojos y por un momento me siento completamente feliz al darme cuenta que estoy perdidamente enamorado de Alexa.