CAPITULO XX

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—Por poco lo matas, Alex, — Menciona Aiden mientras toma mi mano ensangrentada.

— La próxima vez que se meta con mi hermano le irá mucho peor.

—¿Tienes un hermano? — pregunta Aiden sorprendido.

—Me enteré hace poco, al parecer el hobby de mi papá es ocultarme las cosas importantes.

Aiden me coloca una pequeña venda que tenía en su auto, acaricia mi mano con mucha sutileza mientras me la coloca, se le escapa un sonrisa.

— ¡Alexa! ¡Alexa! cada vez me sorprendes más. Es obvio que no rompere tú corazón, terminaria en la sala de emergencias con todos los huesos rotos.

—Probablemente, — Respondo mientras sonrío y beso su frente.

Connor se acerca con Azumi y un frasco de agua.

Alex, lo siento no quise causar problemas.

— No debes preocuparte Connor, estoy bien, quiero presentarte a Aiden... Mi... Mi novio.

Se siente un poco extraño decirlo, ambos se dan la mano, Aiden me regala una sonrisa y me abraza.

Connor y Azumi se van en mi auto, quedamos en comer juntos en nuestro sitio favorito de hamburguesas, voy con Aiden en su auto, se ve tan guapo cuando conduce, coloca su mano en mi pierna y la acaricia,

—¿Qué estás pensando hacer? — preguntó nerviosa.

Aiden sonríe sarcásticamente, — Muero por follarte ahora mismo.

Su confesión me enciende y mi corazón se acelera. Tomó la iniciativa y abro mi camisa dejando mis pechos al descubierto, Aiden los toca suavemente abriendo mi brasier, agradezco el que tenga el broche adelante, mis senos están desnudos y mis pezones se endurecen al sentir las caricias de Aiden. Su mano recorre mi vientre. 

Aunque está concentrado conduciendo sabe lo que hace y lo hace muy bien.

Baja su mano y abre mi pantalón, mi corazón salta de un latido al sentir sus dedos jugar en mi entre piernas.

—Me enloquece lo rápido que te mojas.

No digo nada y me estremezco un poco al sentir sus dedos acariciar mi clítoris, entrar y salir de mi vagina tan húmeda tan de él y solo de él.

—-Oh Por Dios Aiden, — Me ahogo en un gemido, — No deberíamos hacerlo aquí.

—¿Quieres que pare? — pregunta Aiden algo sarcástico.

Me agarró fuertemente del asiento, mis caderas se movían en un vaivén.

—No... Solo sigue, ¡Aiden sigue!

Siento el clímax llegar a mi, mis piernas tiemblan, me agarro fuerte del brazo de Aiden. Ahogándome en un delicioso orgasmo.

Aiden se estaciona y me besa apasionadamente, escuchamos que tocan la ventanilla, para nuestra sorpresa es la policía.

Aiden me acomoda mi camisa y coloca el cinturón de seguridad, voltea y baja el vidrio.

—¿Todo bien Sr policía?

Si, solo que están estacionados en un lugar prohibido.

—Perdón por la imprudencia no vi el letrero.

¿La señorita está bien?

—Si, estoy bien solo un poco de mareo.

Mierda, mentirle a la policía no es precisamente algo que me agrade.

ANTES DE IRTE© (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora