Milenium Corp. una prestigiosa empresa egipcia fue trasladada a Japón, dirigida por la familia Halakti Sennen, socia de la famosa Kaiba Corp. pues se dice que ambos CEO's son familia
El CEO de Milenium Corp. es un joven de 26 años, hijo único de Akn...
Ya puse la multimedia en el capítulo anterior xD perdón por eso ahora si continuemos :3
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Al día siguiente Yugi hizo su rutina, y tal como Atem dijo sus padres llegaron al medio día, Yugi los recibió en nombre de Atem como el egipcio le pidió, pues aunque ese día saldría temprano tenía una reunión importante y tardaría
–Bienvenidos señor y señora Halakti–sonrió el japonés inclinándose–En estos momentos el señor Atem no está y me pidió que los recibiera, mi nombre es Yugi Muto soy el niñero de Hassan–
–¿Cuándo llega?–habló el señor Aknamkanon
–Llegará en una o dos horas–dijo Yugi terminando de darle el almuerzo a Hassan–Tenía una reunión importante con Kaiba Corp. e Ilusiones Industriales–
–Buela–sonrió el pequeño cuando terminó de comer
–Hola mi pequeño–sonrió la señora, se sentaron en la mesa y Yugi les sirvió la comida, estuvieron hablando por un buen rato hasta que Atem llegó a casa
–¿Yugi?–dijo apenas entró a casa el egipcio
–Hola–sonrió el japonés–¿Tienes hambre?–
–Un poco–sonrió
–Papá–Hassan levantó los brazos y fue cargado por su padre–papá–el pequeño se acurrucó abrazando su peluche de dragón que tanto adoraba
–Aquí tienes tu comida Atem–sonrió
Después de otro rato más Yugi recibió una llamada de su madre, por lo que ya debía retirarse, el pequeño no quedó contento con eso y menos su padre, al cual el matrimonio lo veían con sospechas
–Muchas gracias por cuidar de Hassan Muto-kun–la mujer se inclinó junto a su esposo, si bien Aknamkanon no se acostumbraba a las formalidades japonesas lo hacía por su esposa, Yugi solo correspondió
–No hay de que Halakti-san–sonrió el japonés y se retiró despidiéndose de los adultos y el pequeño, aprovecharía estos días libres para ayudar en la tienda lo que a su abuelo le operaban la columna y se recuperaba
Cuando al fin estaban solos los adultos vieron a su hijo y confirmaron las sospechas, el padre lo llamó y se sentaron en el sofá mientras la mujer jugaba con el pequeño
–Hijo... ¿Te gusta ese muchacho?–fue directo
–¿Tanto se me nota?–sonrió Atem–Se podría decir que sí, es simplemente... Perfecto–
–Se ve que es un muy buen chico–sonrió la señora Ast–Y cuida muy bien de Hassan–
–Si, es increíble con los niños–sonrió el tricolor–Aunque... No sé si sienta lo mismo–se desanimó un poco–Solo cumple su trabajo, aunque se puede decir que somos buenos amigos–
–Eso ya es un avance–sonrió la mujer abrazando a su hijo
–Elige con cuidado hijo–dijo desconfiado Aknamkanon–No quiero que vuelva a suceder lo mismo–
