La madre de Yumme estaba destrozada, primero su esposo, y ahora su hija, su pequeña la niña que ella había visto crecer toda su vida ahora estaba muerta.
Ella aun no podía creer lo ocurrido, no la dejaban entrar a su casa porque la policía estaba realizando las pericias correspondientes dentro y fuera del edificio donde Vivian Yumme y su madre, Jhanna.
La familia de la mujer enterados de la terrible noticia no dudó ni Cinco minutos en ir a esa parte de la ciudad y ofrecer su apoyo a Jhanna.
Ella a pesar de eso seguía devastada, su vida ya no tenía razón, su esposo estaba muerto, su hija también, no le quedaba nada.
Dos horas después de que la madre de Yumme se había enterado de lo ocurrido, recibió un llamado.
-hola?
Dijo la madre de Yumme llorando.
-señorita Nikky, le llamamos para avisarle que su hija Yumme no está muerta.
Al oír esas palabras Jhanna recobro el color de su piel, sus ojos volvieron a brillar y su sonrisa parecía comenzar a aparecer.
-no está muerta, está profundamente dormida
-cómo es eso posible?
Dijo la ahora un tanto animada madre.
-un milagro, está en el hospital central. La estamos esperando
Dijo el hombre que la había llamado y luego cortó
Jhanna cuando la comunicación se cortó, sonrió fríamente, su hija no estaba muerta, pero tampoco estaba bien.
Ella inmediatamente fue hacia el hospital central, que no se encontraba muy lejos de donde ella vivía. Fue un viaje de Treinta minutos, qué, parecieron días.
Mientras viajaba Jhanna paso por el parque en el que su hija, Yumme, y su esposo, Evan, solían jugar durante horas. No pudo evitar que una lágrima se escapara de su ojo. La lluvia no mejoraba las cosas, llego a ser tan fuerte que algunos caminos tuvieron que ser cerrados porque se inundaron, hubieron muchos accidentes, Jhanna llego a contar unos Tres.
La mayor parte del viaje Jhanna se detenía por culpa de los semáforos en rojo, cuando esto ocurría Jhanna se quedaba viendo la lluvia caer por la ventana de su auto, pensando en cómo se encontraría su hija.
-estará bien ?- pensó.
Cuando llego, entro a la recepción y pregunto por su hija, no le quisieron dar información pero luego dijo que era su madre y le informaron.
-habitación 365, piso Cuatro.-dijo la recepcionista.
Jhanna se dirigió inmediatamente allí.
Cuando llego, en la puerta estaban Tres Doctores hablando entre ellos, Jhanna no escucho bien pero creyó que hablaban sobre el estado de Yumme.
Fue a hablarles, solo uno de los Tres Doctores le hablo, el más alto de ellos, le dijo que pase y que tenían que hablar.
Cuando Jhanna entro en la sala donde su hija se encontraba no pudo evitar llorar, verla ahí a su hija recostada, con huesos rotos, con el respirador artificial y conectada a todos esos aparatos.
-bien, usted es Jhanna verdad?
- si soy yo- respondió mientras veía a su pobre hija.
-Yumme...no está bien. La mayoría de sus huesos están rotos y hemos detectado daño en la cabeza. Además tememos que si despierta no vuelva a poder caminar ya que tiene un gran daño en sus piernas.
Al escuchar esas palabras Jhanna no puedo evitar llorar más fuerte de lo que ya lo hacía, la lluvia que caía de fondo no ayudaba para nada.
-eso no importa doctor-dijo Jhanna llorando-solo quiero que mi pequeña viva.
-estamos haciendo todo lo posible por lograrlo-dijo mientras ponía su mano sobre el hombro de Jhanna.-
-volveremos en unos minutos- dijo otro de los Tres doctores y luego los Tres se fueron.-
Jhanna se quedó sola con su hija, la observo durante todo el día mientras le acariciaba suavemente los cabellos negros que tenía Yumme, mientras le hablaba como esperando que ella le respondiera.
-Con que estarás soñando pequeña?- dijo Jhanna mientras sacaba una golosina, que tenía en su bolso
(a partir de este momento nos adentramos en las "pesadillas" de Yumme )
(me gustaria saber si les esta gustando la historia : D, gracias)
ESTÁS LEYENDO
Eremofobia
عشوائيYumme Nikky, adolescente de 16 años lleva una vida no muy normal. no tiene muchos amigos, de hecho, solo tiene uno, Yamil. su padre, a quien ella ama mucho muere. Yumme consumida por la Tristesa toma una Difícil decisión. Ella no muere, solo queda e...