Extra

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Una mañana cualquiera en el ministerio; se realiza una reunión con los jefes de cada departamento:

Draco Malfoy llevaba escuchando un sonidito muy familiar desde hacía cinco minutos, quien sea que estuviera detrás de él, estaba picando su curiosidad. Después de todo Pansy se había perforado la lengua en sexto año en Hogwarts y cada que se ponía nerviosa jugaba con la pequeña piedra y sus dientes; por lo que tenía grabado el sonido. Por lo que aprovechando que todos estaban distraídos o medio dormidos, ya que era lo mismo cada tres meses, volteo

¡SORPRESA!

El jefe de Aurores se encontraba con algo de papeleo con el ceño fruncido, moviendo la lengua debes en cuando por su labio inferior. Si fruncía más el ceño golpeaba la mejilla con su lengua. Pero el resto del tiempo jugaba con la joya en su lengua con la boca entre abierta. Dejando a Malfoy con una erección a medio camino y si no apartaba la mirada pronto sería una casa de campaña muggle. Enderezándose en el asiento maldijo hasta Salazar ya que el sonido no paraba y su mente le recordaba lo que acababa de ver. Mientras tanto Harry Potter sonreía de forma lupina; pues gracias a la mismísima Pansy Parkinson sabia del pequeño fetiche de Draco. Por lo que siguió jugando con su lengua sumando ahora pequeños gruñidos bajos

Cuando acabo la reunión Harry aun sentado detrás de Draco le susurró al oído que le esperaría en el baño cinco minutos, si no iba no se lo volvería a ofrecer. Recogió sus papeles, aguantando las ganas se fue sin mirarle. Esperaba que ese idiota no se arrepintiera y fuera a empotrarlo en la pared


Drarry cortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora