Hualian - OneShot

No hagas ruido

Es un brillante y caluroso día, recién pasado del medio día. Estos días de verano son realmente asfixiantes pero no impiden hacer el trabajo de campo mientras tenga un sombrero de bambú protegiéndolo de los fuertes rayos del sol, un poco de agua en un recipiente para poder hidratarse y así todo sería más llevadero. En realidad esto es bueno, el trabajo de campo es un buen ejercicio y le permite gastar bastante energía.

Se toma un momento para descansar y se dirige hacia un árbol para encontrar algo de sombra, el sudor cae en pequeñas gotas por su frente y cuello, toma un pañuelo que ocultaba entre sus túnicas y seca su sudor. Levanta la mirada hacia el cielo, lo contempla sin ningún rastro de nubes y luego llega una suave brisa que lo ayuda a refrescarse. Se queda observando y se pierde en sus pensamientos.

En su único pensamiento.

— San Lang... - Dice Xie Lian en voz baja y deja ir un suspiro.

Xie Lian piensa solamente en su amado, extraña mucho a Hua Cheng. La pareja lleva varios días sin verse. ¿Por qué tanto tiempo han estado separados Xie Lian y Hua Cheng? Bueno la respuesta es simplemente: Trabajo.

Xie Lian ha estado muy ocupado atendiendo oraciones yendo de aquí para allá. Este no ha podido negarse a nadie que le haya pedido protección o hasta las personas que le rezaban pidiendo ayuda en sus campos.

No, no estaba tratando de robar los adoradores de La señora de lluvia, solo estaba agradecido con los pueblerinos cercanos al santuario Puqi por su devoción.

Este era uno de los últimos de la lista. Luego de terminar este trabajo iría a su Santuario a descansar y así poder volver a ayudar otra vez al día siguiente.

Por parte de Hua Cheng debía administrar papeles y negocios importantes en Ciudad Fantasma, trabajo típico de un rey.

Yin Yu estuvo rogando que atendiera estos asuntos por más de dos semanas, y en la última súplica intervino Xie Lian al ver al ex oficial abatido por no tener la atención del Rey Fanatasma. Con un rostro serio mandó a su ocioso esposo a qué cumpla su deber. Con un suspiro agotador y más de cien besos de despedida el Rey Fantasma se separó de su amado prometiendo que apenas terminara con estos asuntos este volvería a su lado.

Si bien se hablaban varias veces al día por la matriz de comunicación privada contando cómo iba el día para estar al tanto del otro, aún así había un vacío enorme.

Xie Lian no podía decirle a Hua Cheng por la matriz que extrañaba demasiado el contacto físico que estaban teniendo de manera constante todos estos meses desde que se unieron en matrimonio. Cómo mucho la noche anterior le dijo que lo extrañaba y casi le exigía que termine pronto para que este vuelva a estar junto a él, todo esto con el rostro rojo y echando humo por las orejas al escuchar la pequeña risa traviesa de su fiel devoto, jurando esté que el se encontraba en igual o peor condición y que pronto lo adoraría de esa forma que tanto deseaban.

Ante esos pensamientos las mejillas de Xie Lian ahora se encontraban carmesí y rápidamente ocultó su rostro entre sus manos. Su piel aún era bastante fina con respecto a lo descarado que podría llegar a ser su esposo.

"Ese fantasma desvergonzado..."

Cuando se sintió más calmado bajo sus manos y observó el hilo rojo que los unía. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del dios. Sabe que es débil ante la actitud y ocurrencias de su San Lang, pero el ama que sea de esa forma.

Sacudió su cabeza tratando de dejar atrás sus pensamientos y sin más volvió a seguir con el trabajo, eso sería lo mejor. No debía seguir pensando en aquello y menos en momentos como este, aunque ya no era un cultivador casto y puro, no significaba que dejaría todas sus enseñanzas de lado. Además en pocos días volverán a estar juntos y eso solo lo motivaba a seguir trabajando, de esa forma pasaría más rápido el tiempo y así llegaría el deseado reencuentro.