Duxo, un amante de la poesía esta enamorado de Aquino, un chico que al parecer es homofóbico.
-historia ficticia
disfruten, posiblemente el ultima historia que voy a hacer.
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"Cada día al pasar siento una brisa diferente a tu lado como si cada día resplandeces de maneras diferentes, siento esa hermosa sonrisa cada mañana, siento como esos ojos tan hermosos y tan resplandecientes brillan juntos con la luz cálida del sol, veo aquellos cabellos tan claros y castaños danzar al ritmo del viento creando una melodía de dulzura para mis oídos, como aquellas manos tan hermosas hacen cosas que ni lo yo lo haría y veo como esos ojos iluminan mi alma, pero también veo que esos mismos ojos nunca brillan para mí.
No te culpo, no soy hermoso y las veces que compartimos palabras son solo de lástima, tu mirada me encanta, pero también me lastima al ver que cada vez que esos ojos color miel brillan de amor no sean por mí, seria mentira si te digiera que no tengo envidia hacia aquellas chicas tan hermosas de las que te enamoras. Lloro en silencio al ver cómo te ilusionan y luego te dejan sin saber que a tu lado hay alguien que nunca te dejaría; odio sentir esas manos tan frías en pleno verano mientras de aquellos ojos salen lagrimas que al caer suenan como cristales al romperse.
Soy solo un chico que sueña todos los días en poder tenerte, mas también sé que nunca será realidad..."
―¡¡Hey!! Hermano, buenos días ―sin voltear la mirada ya sabía de quien se trataba, Soarinng, esa voz no tan gruesa era única, o por lo menos nunca lo escuché en otra persona, rápidamente tapé con ambos brazos mi reciente poesía escrita, odio que miren lo que escribo.
―hola Soarinng― dije con desanimo mientras volteaba a mirarle, no tenía ganas de hablar con casi nadie realmente, ya que no pude dormir... otra vez, siempre me pierdo en mis pensamientos en las noches hasta el punto de sentir que me ahogo en mi propio mar sintiendo que nadie podrá auxiliarme.
―te iba a preguntar como estas, pero al verte esas tremendas "ojerotas" que te traes sé que otra vez no dormiste― rápidamente me toqué la cara y con las yemas de mis dedos sentí esas ojeras que mi amigo castaño me informó, "mierda" pensé― ¿y bien? ― preguntó, no sabía a qué se refería poniendo inconscientemente una mueca― ¿lo estuviste pensando?
―no Soarinng, no me lo voy a declarar, no seas mierda ―dije con molestia mientras guardaba mi libreta morada debajo de mi carpeta.
― ¡vamos Duxo! ―dijo en tono de burla ―Mucasa si lo haría― dijo casi riéndose, yo al escuchar tal barbaridad abrí mis ojos como platos mientras comenzaba a reír.
"Mucasa" el Nick-name de mi cuenta en el internet y él sabía más que nadie que odio que lo digan en voz alta en clases, sin embargo, con eso me paraba jodiendo cada rato, odio el momento que descubrió mi secreto.
―te voy a dar unas patadas en los huevos hasta quedarte sin hijos ―respondí con rabia. A los pocos segundos el profesor ingresó a la clase con un semblante molesto haciendo que todos los jóvenes se pusieran en sus butacas lo más rápido posible.
