Fordham

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Capitulo II

Genial, amaneció lloviendo, buen día para comenzar mi primer día en Fordham. Ahora llegaré tarde por la lluvia.

Me levanto de mi cama lo más rápido posible hasta que me doy cuenta que en mi escritorio hay una pequeña caja color negro, - que mierda? - me digo para mí mismo, abro la caja y es el uniforme de la universidad de Fordham, muy elegante en mi opinión, saco el uniforme de la caja y me lo coloco, oh Dios me veo increíble, primera vez que me veo bien con un uniforme. Se me está haciendo tarde agarro mi maletín y bajo rápidamente las escaleras, abro la puerta pero antes una voz me llama, es mi madre.

- Oliver, espera - se acerca mi madre.

- Mamá voy tarde tengo prisa - le digo

- Si, entiendo, pero ten - me da una manzana, una simple manzana - es para que la comas en el camino - me da un suave beso en la mejilla - que te vaya bien en tu primer día hijo, te amo - .

- yo también te amo mamá, adiós - cierro la puerta, ahora sigo mi camino hasta la universidad, mi pantalón me aprieta, que incómodo es esto, por el camino se oye a lo lejos a un grupo de gente que dice por lo que puedo entender "no más homosexuales, queremos gente sana". Gente con carteles y más carteles, pero lo que llama la atención es la vestimenta que traen puesta, mujeres que al parecer son monjas y hombres con rosarios, unos leen la Biblia diciendo que el fin se acerca. Está claro que son unos religiosos, entre la multitud se escucha a un hombre decir.

- "ARREPENTIOS PECADORES, ENVIADOS POR SATANAS!!" - grita el seño.

Si sigo aquí parado llegaré tarde, veo la hora y son las 8:00am, Se me está haciendo súper tarde. Camino entre la multitud de protestantes, trato de decir permiso pero nadie me hace caso, me toca empujar. Pude salir, ahora debo ir corriendo hasta llegar a la universidad, por accidente choco con un señor, pero no me importa, hasta que por fin llego a mi destino. A simple vista la universidad es como un castillo antiguo, demasiado hermoso, camino en medio del campo, desearía estar acostado en ese pasto, conectarme con la naturaleza y olvidarme de la realidad por un buen tiempo.

Entro y paso por los gigantescos pasillos que tiene las instalaciones, chicos por allá, chicas por allí, muy bonito el lugar. Está bien demasiada distracción debo buscar mi salón, por lo que entiendo en la pequeña tarjeta dice "Aula N° 209 Psicología" Siempre he querido entender a la gente, poder ayudarla, que superen y dejen atrás su pasado. Mi padre cree que estoy estudiando economía pero en realidad es psicología que es lo que me apasiona. En eso escucho una voz de alguien atrás.

- Vaya vaya parece que tenemos a un futuro psicólogo aquí Jaja - dice el desconocido.

Volteo y veo la silueta de un chico moreno que lleva unos lentes puestos, su cabello es tan oscuro como la noche y unos ojos de color café. Suelta una pequeña risa.

- Oh disculpa! No me he presentado, soy Alex Williams mucho gusto - estrecha su mano.

- Oliver Caleb Johnson, pero puedes llamarme solo Oliver, encantado - correspondo a su saludo.

- hmm... Eres nuevo verdad? Nunca te había visto por acá - dice mientras me analiza de pies a cabeza.

- Si, soy de nuevo ingreso, pero aún no sé dónde queda mi aula, podrías ayudarme? - le digo.

Alex ve de reojo el pequeño papel y con una sonrisa dice.

- Que casualidad! Vas al salón en donde voy yo, es ese de allá - señala hasta el último salón que contiene un pequeño cartel diciendo "aula N° 209" que está cerca de una enorme ventada de vidrio que da vista a un enorme árbol.

- Siéntete como en casa, aquí todos somos buenas personas ecepto a un grupo de chicos que serían los problemáticos del lugar, evita cualquier malentendido con ellos, pero en particular todos somos amigables - dice alex

Abro la puerta del salón, pero pareciera que todos están en su propios asuntos, varios grupitos hablan y hablan, Alex me lleva hasta el fondo donde se encuentra dos puestos vacíos, que sería el de él y otro el cual será el mío ahora en adelante.

- al parecer todos están ocupados - digo mientras dejo mi maletín en el escritorio.

- Ah si, el profesor O'conner no tardará en llegar - dice Alex.

En eso la puesta se abre y aparece un señor, con un maletín y varios libros a la mano, todos automáticamente van a sus puestos.

- Buenos días profesor! - dicen todos al unísono.

- Buenos días a todos - dice el profesor - Bueno muchachos el día de hoy tenemos a alguien nuevo en el salón, viene desde la universidad de Columbia, por favor Oliver, ven y presentate para que todos te conozcan - el profesor me hace una seña con la mano para que me acerque a el.

Me levanto de mi asiento y a medida que camino hasta el profesor se escuchan murmullos. Claramente se de qué podrían estar hablando, todos saben lo que pasó en Columbia pero no le doy importancia. Llegó hasta el profesor, Aclaro mi garganta y comienzo a hablar.

- Hola a todos, soy Oliver Caleb Johnson, vengo desde la universidad de Columbia espero llevarme bien con todos ustedes de ahora en adelante - un grupito de chicos murmullan y sueltan pequeñas risas.

- Chicos por favor, más respeto a su compañero - dice el profesor - Gracias Oliver por haberte presentado, puedes dirigirte a tu asiento - voy a mí lugar pero antes, se cae un lápiz al suelo, recojo el lápiz pero un chico me agarra del brazo fuertemente.

- Te haré la vida imposible en este lugar, maldito maricon - susurra en mi oído.

Ahora todos tienen el concepto que los alumnos de Columbia son unos "homosexuales", bonita forma de dar la bienvenida. Sin darle tanta importancia sigo mi camino a mi lugar.

La hora pasa rápido, es la hora del almuerzo, otra vez solo bueno es mi primer día y no tengo la menor idea en donde está Alex. Camino por el campus apreciando la naturaleza, mi estómago se revuelve es como si fuera un tornado dentro de mi cuerpo pidiendo algo de comer. Reviso mi maletín con la esperanza de encontrar algo y vaya suerte. La manzana que me había dado mi madre, doy un bocado a la manzana, me recuesto bajo un árbol frondoso, cierro mis ojos por un par de minutos y puedo escuchar una suave melodía, una melodía que me resulta familiar.

Me levanto del suelo y trato de buscar de donde venía, al parecer era del edificio que tenía justamente al lado. Entro al edificio y la melodía sonaba cada vez más cerca, subo las escaleras hasta llegar a un salón el cual tiene la puerta entreabierta - Quien estaría acá en un lugar tan solo? - me digo a mi mismo. Suavemente abro la puerta y logro ver a un chico de espaldas tocando un piano. Lo que más me conmueve es que toca una de mis óperas favoritas, me dejo llevar por el sonido angelical, sigilosamente logro entrar al gran salón y me siento en uno de los bancos que había cerca.

El al haber terminado, doy unos pequeños aplausos - Tocas increíble - digo. Automáticamente voltea y... Oh por dios, podríamos estar los dos a unos cuantos centímetros, de la nada mi corazón acelera rápido, mi respiración se agita. Cómo podría describirlo, tal vez como alguien irreal, esos ojos azules, esas pecas... mierda que me está pasando mi corazón acelera cada vez más rápido hasta que el rompe el silencio.

- Gracias... - dice un poco tímido.

Dios santo esa voz, esa voz tan angelical me dejó aún mas conmovido de lo que ya podía estar.

¿Qué demonios es este sentimiento tan repentino?...


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⏰ Última actualización: Jul 28, 2023 ⏰

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