⏳ Varios años atrás...
Aquel día, el padre de Wolframio le estaba impartiendo una clase de
anatomía en el campo (él nunca fue al colegio, sus padres se ocuparon de su educación), muy a las afueras de la civilización. El futuro asesino estaba en la media hora de descanso comiéndose un bocadillo mientras paseaba por allí.Entonces escuchó a alguien vocear y el sonido de un látigo. Wolframio sintió curiosidad y se acercó a una pequeña granja, de la cual provenía el jaleo.
Lo que vio le dejó atónito. Un hombre que rondaría los 60-70 años estaba golpeando despiadadamente a su mascota.
−¡¡Eres un perro inútil, saco de pulgas!!− le gritaba sin compasión mientras el animal se revolvía en el suelo
Wolframio pudo sentir el dolor de los golpes del látigo en su propia piel y los comentarios hirientes que le desgarraban el corazón. Sintió compasión por el perro y un odio terrible por aquel hombre que se aprovechaba de su estatus superior para maltratarlo sin piedad.
A Wolframio le brotaron varias lágrimas invisibles y apretó los puños con rabia. De ninguna manera iba a permitir aquello. Derribó la puerta de la verja de una patada, pues esta no era muy resistente, y pasó a la granja del desconocido maltratador de animales con las intenciones
bien claras.−Deja al perro en paz o te arrancaré los pulmones, porque corazón no tienes−
El granjero se volvió hacia él con desdén:
−Lárgate por donde has venido, niño−
Se agachó para coger de nuevo el látigo, pero Wolframio estuvo más rápido y le propició un puñetazo en la tripa haciéndole caer en un montón de estiércol.
−¡¡Me estás tocando mucho los c*jones, niño!!− gritó mientras se limpiaba
Wolframio le miró como desafiándolo
−Es un ser despiadado− le reprochó sin pelos en la lengua− Es usted quien merece la paliza, no el pobre animal−
El granjero no se tomó sus palabras como "una crítica constructiva" sino como una amenaza de destrucción. Gruñó y se dirigió hacia el tractor, donde tenía una pistola. Eso bastaría para librarse del mocoso.
Sin embargo, mientras le daba la espalda, Wolframio cogió del suelo un rastrillo y le golpeó en la nuca. El granjero chilló de dolor y se deshizo en el suelo. El pequeño tigre sabía perfectamente los puntos del cuerpo que provocaban una muerte instantánea, y había dado en el blanco.
Se acercó al granjero y observó cómo se llevaba las manos a la nuca como un inútil intento de taponar la herida. Pero sabía que no daría resultado. Moriría en un par de segundos. Wolframio lo miró sin una pizca de piedad en su mirada. Le resultaba horriblemente fascinante ver su cara desencajada previa antes de morir.
−No merecía su vida− le escupió con rudeza
Dicho esto, fue corriendo a comprobar el estado del perro. Era deprimente. Tenía heridas por todo el cuerpo, estaba flaquísimo y tenía el pelaje sucio. Wolframio lo abrazó y le susurró al oído palabras bonitas. Después le dio la mitad de su bocadillo y este se lo zampó de un bocado.
−Ya eres libre, amigo− le dijo mientras le acariciaba− Ese hombre jamás volverá a hacerte daño−
Wolframio era así. Tenía compasión selectiva: sentía lástima por un perro que estaba siendo maltratado, y era capaz de matar al maltratador con sus propias manos sin sentir ni un poco de piedad. Pero claro, ¿cómo matas a un monstruo sin convertirte en uno?
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ESLABONES
AdventureWolframio, Naoko, Xiomara, Alec, Flouraura, Nix, Faolán, Odessa, CH y Haizea 10 diferentes personalidades unidas entre sí por hilos invisibles 10 diferentes caminos que se fusionarán en uno solo 10 eslabones clave de una cadena infinita como el uni...