El Salvador de Cabellos Rojos

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Capítulo 10. El Salvador de Cabellos Rojos

Blaze fue rescatado por un humilde ícono que transitaba de casualidad por aquella zona, al parecer este se encontraba ocupado con ciertos tramites y al haberlos terminado opto por visitar la tan conocida pradera, sin embargo al ser el único ícono en percatarse de un gran agujero en mitad de la misma decidió inspeccionarlo.

???- Antes que nada ¿Cuál es tu nombre?- Con un tono amable preguntó al peliblanco para así evitar asustarlo.

Blaze- Mi nom... Soy Blaze... - Menciono al mismo tiempo que intentaba regular su respiración.

Portal- Es un placer conocerte, mi nombre es Portal - Agrego con una sonrisa amistosa- ¿Te encuentras bien?

Blaze- Maso, me duele todo... - Con sus manos sobaba aquellas partes de su cuerpo que lo molestaban al momento de moverse.

Portal- Pero aquí hay algo que no me encaja ¿Cómo terminaste ahí abajo, que te paso ahí?- Al observar el estado en que se encontraba el más pequeño comenzó a invadirlo de preguntas.

Blaze- Ya ni se como termine ahí... Solo... - Al recordar el momento en que Ultra-Foust lo ataco violentamente, no logro formular ninguna palabra- Me golpeé muy fuerte la cabeza...

Portal- Será mejor que te lleve con un curandero, te sanarán ¿Quieres?- Ofreció para que así el estado físico del menor se componga por completo.

Blaze- No lo sé... En...- Por un segundo suspiro- Casa se preocuparan...

Portal- Tranquilo, yo hay veces que solo quiero estar lejos de mi casa, ósea, soy el menor entre dos hermanas, no te imaginas el bajón que debo pasar jaja- Intento entablar una conversación animada para así distraer los pensamientos del peliblanco y así sacarle alguna que otra carcajada.

Blaze- Jaja... ¿Cuántos años tienes?- Pregunto curioso.

Portal- ¿Yo? Tengo 22- Sonrió.

Por unos segundos Blaze observo de re ojo el rostro del pelirrojo, pues al detener su mirada en una pequeña cicatriz debajo de uno de los ojos del mayor no logro contener su duda.

Blaze- Portal ¿Qué tienes en el rostro?- La curiosidad no logro ser retenida por mucho tiempo por lo cual se armó de valor y expulso su pregunta.

Portal- Yo... - Su semblante se transformó a uno completamente serio, elevo su mirada para así suspirar pesadamente- Por favor, no toquemos ese tema.

Blaze- Está bien...- Acepto respetuoso.

Portal- Eemm... ¿Entonces, quieres que te lleve con un Curandero o te llevo a tu hogar?- Su rostro se tornó al visto, a uno amigable.

Blaze- No me vendría mal visitar a un curandero.

Portal- Más o menos, me dirías por dónde vives y así te podre llevar de regreso ¿Te parece bien?

Blaze- Si... En realidad un ícono me da hospedaje o algo así. Cerca de la Capital de las Colinas.

Portal- ¿Vacaciones?- Realizo aquella pregunta un tanto emocionado.

Blaze- Algo así jeje- Dudoso, colocó su mano en su nuca para así reír nerviosamente.

Portal- Jaja bueno, te llevare rápido y te devuelvo a tu "Hogar"

Blaze- Ok.

Alzaron un vuelo mucho más veloz para así llegar lo más rápido posible a un Curandero para que este logre tratar los dolores en el cuerpo del pequeño pelinegro. A pesar de que eso les llevaría unos cuantos minutos de viaje el resultado final valdría la pena. Mientras ellos sobrevolaban parte de las extensiones de aquel mundo el pelirrojo no lograba pensar en otra cosa, ya que desde el momento en el que Blaze aclaro que se hospedaba por la Capital alzaba cierta sospecha hacia el paradero del menor.

Portal- Algo aquí anda mal, la Capital de las Colinas es un barrio de difícil acceso, barrio tranquilo, casas grandes, familias numerosas... Además, me resulta un sitio bastante familiar... Demasiado familiar. Sin embargo, lleva un pitido... Y solo los rufianes llevan pitidos... ¿Acaso estoy ayudando a un criminal? No, es un niñato...- Disimuladamente lo inspecciono con la mirada, analizando cada una de sus facciones y vestimentas- Lleva una muñequera, una muy extraña y particular. Me atrevo a poner las manos en el fuego de decir que es un prototipo, ¿Pero de que? ¿Quién la haría? Algún diseñador... O... - Sus pensamientos se detuvieron para así respirar profundamente- El legendario... - Apretó fuertemente el manubrio de su nave- De todos los íconos existentes, de los miles de millones, ¿Por qué el? ¿¡Por qué!? - Una vaga idea atentó contra su mente- Podría dejarlo a su suerte, ¿Sería muy cruel? Pero no puedo dejar a un niño solo, no por segunda vez- Sonrió falsamente para así continuar su rumbo en busca de aquel curandero.

Continuará.

Defensores: Iconic Destiny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora