MARCUS
Tres meses después
¡Mierda!
Aprieto con fuerza el volante muy furioso mientras sigo conduciendo. La causante de mi enojo solo tiene un nombre, Mariella, mi querida esposa.
Aprovecho de que la halla dejado sola sin ningun guardaespaldas para que se large a buscar a ese niño. Freno con fuerza al llegar y salgo del auto azotando con fuerza la puerta. Hay varias personas que tan solo verme huyen ingresando a sus casas.
Son unos malditos cobardes.
Ajustando mi casaca camino hasta esa casa muy vieja, la misma señora encargada de cuidar a Oliver esta en la puerta con la cabeza agachada acompañada de dos jovenes.
─ L-lo siento señor.
─ Alista una tumba para tu hijo.
─ H-hice lo que u-usted...
Paso por su lado ingresando a esta mugrosa casa, al llegar a la sala, mi querida esposita esta en un mueble cargando al mocoso dejando que toque su piel tan suave y limpia.
─ ..... Soy mamá
¿Como es que ella llego a esta casa?
─ ¡Mariella!─ La voz la asusta, esos hermosos ojitos tan inocente me ven.
Abraza a Oliver temiendo a que la quite, sonrio de la nado al sentir ese miedo en ella, ese miedo igual cuando mate a ese hijo de puto que se atrevio a besarla.
─ Q-quiero quedarme con él.
Camino hacia ella, sin protesta le quito a Oliver y lo dejo a su lado, la agarro del brazo y la levanto, ella trata de que la suelte pero como mi mujer es muy debil no consigue nada.
─ Vamonos.
La jalo sacandola de la casa mientras escucho sus ruegos para que se lleve al mocoso, sus malditos ruegos no me convence y la meto al auto, subo por el otro lado y condusco hasta nuestro hogar.
En todo el camino, sus pateticos sollozos se escuchan en todo el carro, ¡joder! Es insoportable. Me dan ganas de golpearla para que se calle.
─ ¡¡Callate. Mariella!!
Mi grito la asusta y guarda silencio ariconandose en la silla, observo el camino conduciendo con tranquilidad. Entro a mi terreno y estaciono en frente de la puerta, bajo del auto y mi mujer también, entra a la casa sin esperarme, antes de que suba a las escaleras le agarro del brazo.
─ La proximas vez que te escapes, no voy hacer nada amable al traerte Mariella.
Sacude su brazo enojada y sube las escaleras. Me gustaba mas mi esposa sumisa que tenia antes.
"TE ODIO" Su voz y esas malditas palabras.
Me dirigo a mi despacho, Henry aún esta sentado en la silla esperando, me siento en frente del escritorio.
Deja unos papeles en frente mío─ Hay un problema de los del x, ellos quieren conocer al lider.
─ ¿Acaso estan rogando que valla?
Eso es perfecto para ir de aquí y que Mariella se olvide de ese niño.
─ Sí.
─ ¿En donde?
─ La capital de Italia, ¿Vas a ir?
─ Si
No es la primera vez que voy a salir de este pueblo, sin embargo Mariella no se da cuanta de nada. Además creo que ya llego la hora de irnos de este lugar, a pesar de que este lugar en como mi base para que nadie sospeche nada, ya me aburrí de estar aquí
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Encadenada
RandomParte 2 de Encerra. ¿Por qué si dices que me amas me lastimas? Tu ves amor pero yo solo veo lentamente cadenas que me encadenan a ti. ─ Y-ya no me lastimes. ─ Eres mia bella esposa, solo mia