NUESTROS ARBOLES GRITAN

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Puertas rotas que fueron dejadas en el limbo de esa alma infeliz, hubo amor, súplicas, valentía y fuerza, pero no sirven de nada si no te aman lo suficientemente vehemente de regreso, porque si no el bosque no funciona, los arboles gritan pidiendo auxilio, y tú solo puedes observar.

Hubo un intercambio de números en el 2do encuentro en el pasillo de tintes, donde Hyunjin se la pasaba casi todos los días buscando al chico de nombre desconocido para enseñarle su tinte azul.

Cuando vio al, recientemente, pelirrojo supo que quería estar con él, de la forma que fuera, debido al aura y energía que esa persona irradiaba.

-Sabia que se te iba a ver lindo- asintió con esa risita nerviosa que le caracterizaba - La última vez no hablamos casi nada, pero me presentó; soy Jeongin, Yang Yeongin-.

-Hyunjin- volteó a ver a esa voz dulce que le pertenecía al menor y ahí estaba apunto de arruinar todo con ese peliteñido, un chico que apenas conocía pero sentía que no era de esa forma, porque para él había más.

-Eres demasiado lindo y me arrepentiría después si no lo digo ahora, así que, ¿me darías tu número de teléfono para hablar?- Directo pero cálido, así era Jeongin, quien pareciera leyó el pensamiento de Hyunjin, acerca de lo que iba a hacer.

Sacó su celular  y se lo entrego, Jeongin lo tomó, registrandose.

-Adios, Hyunjinnie- se volteo para retirarse mientras tenía la mirada de cierto peliazul clavada en la espalda.

Hyunjin y Jeongin ese día dieron este paso necesario, que sin aviso los envolvería en ese amor dependiente y suplicante.

Ardemos • HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora