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el terror lo invadía de pies a cabeza, comenzaba un nuevo año en una nueva escuela, nunca había pisado un instituto que no fuera el de su ciudad anterior. a decir verdad, odiaba ese pueblo, pero al parecer era el único lugar donde nadie conocía el historial que tenía detrás, así que estaba bien para él y para su madre. luego de juntar valor dio un paso al frente y luego otro, y otro, y otro, y otro... hasta entrar a lo que sería el nuevo infierno de su vida, estaba perdido y desorientado, hacía tiempo que no tenía esa sensación en su pecho, no sabía a donde ir, comenzaba a sentir como las miradas se posaban en él provocando que sus movimientos se volvieran erráticos. tuvo que frenar en seco cuando los libros de la peliazul cayeron en sus pies.
soltó un quejido. — ugh, mierda.
— ¿no te fijas por dónde vas? ¿tu sentido de la orientación es tan malo como tu sentido de la moda?
hizo una pequeña mueca, que grosera. rápidamente, comenzó a tomar los libros y se enderezó para extenderlos hacia ella. — lo siento mucho, soy nuevo y...
— sí, lo noté, — interrumpió, no tardó en arrebatar los libros de sus manos. segundos después, lo observó de pies cabeza. — ja, admiro la confianza que tienes en tu primer día.
— ryujin, ya vamos... — una de las chicas que la acompañaba jaló del brazo de la nombrada, haciendo que la misma rodara sus ojos.
— sí, vamos.
observó como el grupo se alejaba de él, llenó sus pulmones de aire y expulsó el mismo en un pesado suspiro.
"ten confianza, yeonjun, confianza."
ahora parecía que todo el mundo estaba juzgandolo, ¿cuanto faltaba para llegar hasta la oficina del director? parecía que aquel pasillo no tenía fin, ¿esos chicos se estaban riendo de él? desearía haber estado un poco más de tiempo eligiendo su ropa, o quizá solo era su presencia que daba esa impresión... definitivamente, él era el problema allí. nunca se había preocupado en encajar en un grupo, en un lugar o en donde fuera, siempre había ido por su propia cuenta contra el mundo pero, en ese momento, sentía que necesitaba de algo o de alguien, todas las miradas se sentían maliciosas, como si fuera un caramelo en manos de un extraño, su estómago se revolvía con tan solo pensar en eso. sabía que el pueblo era pequeño y que, probablemente, todos se conocian entre todos, así que ahora de veía como la oveja negra entre la multitud, no lo aceptarían tan fácil, las personas nunca estaban dispuestos a recibir un cambio con los brazos abiertos... lo entendía, él mismo tampoco estaba listo para algo nuevo en su monótona y aburrida vida. extrañaba seúl.
finalmente y por su propio mérito encontró la oficina del director, se sentía tan inusual estar allí sentado, incluso sentía que estaba siendo juzgado, ¿acaso ese sentimiento nunca se terminaría? comenzaba a sentirse verdaderamente incómodo estando allí, tal vez debería empezar a acostumbrarse a estar solo durante el próximo año, solo debía aguantar un poco, pronto se encontraría en la universidad, estudiaría, ahorraría dinero suficiente y podría vivir por si mismo, sin tener que depender de su madre o de algún otro adulto. que lento pasaba el tiempo. luego de una charla consiguió las indicaciones necesarias para llegar a su salón. al caminar podía escuchar a todos los que estaban en el pasillo murmurar sobre él, estaba seguro de que estaban hablando sobre él, sin embargo, enderezó su espalda para acomodar su postura y mantuvo su expresión neutra, sin quitar su vista del camino, no podía permitir que pensaran que aquello lo afectaba de alguna forma, a pesar de que si lo hacía, ¿cuánto tiempo faltaba para llegar a casa?
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querido diario:
ryujin (creo que ese es su nombre) es una idiota, apenas crucé algunas palabras con ella pero sé que me odia como si hubiera matado a toda su familia. ¡crítico mi ropa! ella ni siquiera estaba tan bien vestida, ¿quién cree que es? seguramente, es esa típica chica básica y popular. creo que también la odio. aún no llevo ni veinticuatro horas aqui y ya sé que esto será un jodido infierno, sé que ryujin hará de mi vida en el último año de secundaria un infierno. estúpido, tuve que chocar con la persona menos indicada de ese instituto... voy a comenzar a elegir mejor la ropa que llevo puesta, supongo. aunque creo que ninguno de ellos aceptan a los chicos nuevos, pude escuchar como susurraban, "ese tonto chico de ciudad". soy ese tonto chico de ciudad. agh, pueblerinos. decidí que no voy a forzarme a encajar con ninguno de esos idiotas, prefiero pasar la tarde escuchando música en mi habitación o leyendo algún libro, por más triste que suene una vida sin amigos estoy acostumbrado a eso, estoy seguro de que aunque consiga amigos ellos se volverán mis enemigos tarde o temprano, como ya pasó antes. espero no ser víctima de sus bromas o algo así. extraño mucho la ciudad, esto es tan extraño...
como sea, siempre pensé que mantener un diario era una pérdida de tiempo, lo intenté en el pasado y, claramente, no funcionó, pero mamá dijo que sería una buena forma de desahogarme. punto para ella. serás mi único amigo en esta especie de aventura, ¡hey! no será taaaan malo, ¿cierto? lo siento, solo me preocupa volver a lo de antes.
