CAPÍTULO III: ELLA

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Bryan

Es uno de los días que más miserable me he sentido, antes eran buenos días, ahora solo son días. No puedo quejarme, yo ocasiono que reciba todo lo malo. Empiezo a creer más en que el karma existe, nunca me había sentido más apegado a las creencias de energías o esas cosas hasta ahora. Yo soy todo lo que está mal. Y es que el día no puede empeorar, causé que un muchacho se estampara contra mi auto, además de no obtener ninguna ganancia de los productos, menudo imbécil fui, lo acepto. Es que puedo pensar que mis preguntas pueden ser un tanto incoherentes, ya que lo único que causé, con la persona que de verdad valía la pena, fue hacerle sentir esa inseguridad. Sé que es algo que no debe de tomarse a la ligera, simplemente no sabía cómo sobrellevar las cosas, y creo que es algo de lo cual ella nunca entenderá.

Sea como sea, y explique todo, no cambiaré su sentir, y su confianza ya no regresará, y mucho menos ella.

― Hijo, vino Sol, baja, ábrele― menciona mi madre molesta.

No puedo creer que aún no se le pase lo enojada, desde que se enteró de todo el rollo que había ocurrido con Valentina. La quería tanto, que le dolió mucho que todo haya terminado. Aún no comprende mi historia, mi versión y no lo hará, no la juzgo, ha pasado tanto con mi padre, pero aún así no lo deja. ¿por qué? No tengo la respuesta. O bueno sí, a esta altura ya es tan común la costumbre.

Salgo de mi casa y cierro la puerta, evitando que entrara.

― ¿Qué quieres ahora? ― me quejo mientras me recargo en el auto.

― ¿Y ahora a ti qué te pasa? ― pregunta enojada.

―Es que neta, ya me enfadé de esto, ya estoy harto, siempre con lo mismo.

― No importa lo que digas, no me interesa escucharte a ti en estos momentos, déjame pasar, quiero hablar con tu mamá. ― ¿y a esta qué le pasa?

― De ninguna manera, ¿para qué quieres hablarle? No mezcles ya las cosas por favor, suficiente me has hecho. ― me mira confundida.

― ¿De qué hablas?

― ¿Es en serio Sol? ¿¡en serio puedes preguntar eso!? ¡por tu puta culpa perdí todo lo que quería para mi vida! ¡echaste a perder mi vida! ¡¿estás contenta!? ¡lograste todo lo que querías! Te odio, te lo juro― ella se echa para atrás y me mira sorprendida, a punto de soltar las lágrimas.

― Estás loco, yo no me pondré a gritar como simio. Lo único que te diré, es que tú no podrás estar con nadie, estarás solo. No sirves como hombre, ni como pareja. Créeme, ella no es nadie, no aspira a nada en su vida ¡mírala!, agradéceme que no estarás con una trepadora. En cambio, yo, honestamente, era lo mejor que podías tener. Solo con verla, por cómo se viste, se pinta el cabello, te das cuenta del tipo de persona que es. ― responde con odio.

― Eres una basura. No puedes juzgar a una persona nada más por su apariencia. Vete, no quiero verte. ― doy la vuelta para entrar a la casa, sin esperar una respuesta de su parte.

Cierro la puerta, y escucho como da un portazo a su auto.

Me siento en el sillón, tapándome el rostro con mis manos, ya no podía más. Las lágrimas empezaron a salir solas. Ya no podía contener más el coraje, tristeza y enojo que había sentido durante tanto tiempo. Es difícil actuar como si no te importara nada, cuando por dentro te está pidiendo a gritos que lo dejes salir.

Y es que, era un proceso tan difícil, porque yo si me enamoré verdaderamente de Valentina, solo no fui una persona que supiera valorar, sobre todo por no tenerle la confianza de contarle todo lo que estaba ocurriendo, una parte de mí me decía que la olvidara y siguiera con mi vida, aprendiendo cosas nuevas para mi persona, la otra parte me decía que no dejara las cosas así y fuera a buscarla, dudo mucho que ella quiera verme y supongo que me lo gané a pulso.

― Escuché todo― menciona mi mamá sentándose a mi lado. ― lo único que te diré, es que hiciste mal ponerla a ella por encima de todo, cuando ya no eran absolutamente nada. ― la volteé a ver y resoplé.

― No lo entenderías mamá, ella... bueno no nada, olvídalo― mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente. Me lanza una mirada confundida.

― ¿Ella qué?

― Ella me manipuló todo este tiempo.... Llegué a mi limite, ya no pude más con eso.... Por eso vino molesta y quería hablar contigo, pero no se lo permití.

Diré lo que es, siempre estaré agradecido por el tiempo de caridad que ella me dio cuando recién teníamos el noviazgo, fue una de las personas que a pesar de que los dos tuviéramos nuestros tiempos difíciles, me ayudaba a sobre pasar los ratos malos. Fue una relación algo complicada, porque tristemente solo podíamos vernos en clases. Yo no tenía prohibido ir con ella, para nada. Hasta mi familia quería conocerla, pasar rato con ella para que pudiera sentirse más en confianza, no es que ella no quisiera, sino por el hecho de que sus papás y abuelos, eran súper estrictos, además yo les caía mal, no tengo ni la menor idea de por qué. Y no me dejaban ni siquiera visitarla, tenía que darme mis escapadas para verla a escondidas, era algo raro. A medida del paso del tiempo, el enamoramiento iba en declive cada vez más, ya no sentía una atracción por ella, aunque eso no significaba que no la quisiera, nada más que el amor de pareja ya no existía. Además de que ya se estaba volviendo algo tedioso sus reproches y peleas, porque eran muy insignificantes, de todo se molestaba y celaba. Empezó a tener unas rutinas conmigo, de quererme humillar de todo, decirme cosas feas, que afectaban de gran manera mi autoestima junto con mi estabilidad emocional.

Y ahí fue cuando mi vida dio un cambio súper grande. Ella llegaría a mi vida de una manera no tan coherente. Pero vaya que me dejó anonado.

Puede resultar algo complicado de entender, ya que, a mi punto de vista, puedo considerarme empático, suena ridículo tal vez, pero si tan solo comprendieran mi posición ante esta situación que enfrentaba con mi anterior pareja, pudieran entenderlo mejor. Justamente cuando yo di por finalizada la relación, solamente conseguía amenazas por parte de ella, y me ponía prácticamente contra la espada y la pared, ya que constantemente amenazaba con atentar contra su vida. No lo iba a permitir, más allá de lo que hayamos pasado mal, no iba a dejar que eso pasara, con los años entendí que en su momento solamente eran manipulaciones para tenerme atado, lo comprendí demasiado tarde. Pero y ¿si sí hubiese sido verdad? Yo no podría con la culpa. Imagínense el dolor de sus familias, el que ella se perdiera cualquier oportunidad que viniera en camino. Pero a su vez sé que no fui el más empático para las dos, a ella le hice creer cosas que ya no sentía para que no ocurriera nada desafortunado, tanto con Victoria, que ella me estaba dando absolutamente todo, las ganas de echarle ganas a la vida, y de conocer más a profundidad lo que es el amor, pero como siempre, terminé hiriendo a las dos personas.

Mientras me dirigía a mi salón de clases, a lo lejos podía percibir el aroma de su perfume favorito, uno de los tantos que conozco que usa. Tenía puesto uno de su banda favorita. Si algo que la puede destacar es que sabe como ser una fan de verdad y era una de las cosas que más me daban curiosidad de ella. La emoción con la que me contaba como era que los integrantes se juntaban, que canciones cantaban, o simplemente explicarme las situaciones más fuertes que como compañeros han pasado. La miré afuera de su salón mirando impacientemente su teléfono, no lucía nada bien. Las ganas de acercarme a ella y preguntarle cómo se encontraba sería un total descaro, y me mandaría completamente por un tubo.

Mi mirada se encaminóhacia una persona que llegaría con ella. ¿Qué no ese era al que había chocado? ¿cómoes que lo conoce? ¿y por qué le está sonriendo? ¿por qué se están yendo juntos?Automáticamente mi corazón se estrujó y todo mi cuerpo se empezó a sentir calientedel enojo que me estaba causando.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2023 ⏰

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