Capítulo 3: Fervor

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Mario ya estaba desesperado, sus ansias de estar con Luigi parecían incontrolables y ya en este punto nada le importaba, su único anhelo era tenerlo para el. Así, parecía que este sentimiento no se iba a detener, y el tampoco lo pensaba hacer. Fue así que Mario planeó el momento adecuado en el que iba a "reclamar" a Luigi como suyo, y aunque en cierto modo le parecía mal lo que estaba punto de hacer, en este punto ya no le importaba.

Esa misma noche mientras Luigi dormía, Mario entro a fuerzas a su habitación, fue complicado puesto que debido a su reciente cambio de humor y sus comportamientos erráticos hicieron que Luigi fuera mucho mas precavido con el, pero eso no fue suficiente. En ese momento, cegado por la lujuria y el deseo que tenia hacia su propio hermano, Mario lo empezó a desvestir. Fue poco a poco porque así iba a disfrutar mejor de la experiencia, sus manos lentamente recorría su cuerpo mientras removía su pijama, intentando ser gentil lo posicionó en una posición mas cómoda para ambos, y sin siquiera un momento para respirar este procedió a insertarlo por detrás.

La sensación de dolor repentinamente despertó a Luigi, este debido al sueño se sentía como en un estado de trance, Mario al ver esto solo se limitó a empezar a moverse. Sus movimientos eran lentos pero seguros, Luigi que no entendía bien la situación solo le pedía a Mario que parase, pero este no le hacia caso. Luigi poco a poco se dio cuenta de lo que estaba pasando y en vista de la negativa de su hermano intentaba forcejear, lo que parecía inútil, pues su cuerpo no respondía correctamente. El fervor que sentía Mario en ese momento lo impulsaba a ir mas rápido, sus movimientos se intensificaban, a lo que Luigi empezó a suplicar por ayuda con todas sus fuerzas... pero nadie vino.

A Mario ya no le importaba como se sentía su hermano y empezó a ir mucho mas rápido, fue así que la habitación, inundada por su placer se calentaba mas. Los ruidos del acto también estaban presentes, pues, entre gemidos y aplausos cualquiera que pasara cerca de allí lo hubiera notado enseguida, una lastima que nadie lo hizo. Por eso mismo, Mario continuaba moviéndose dentro de Luigi, este ya estaba resignado pues Mario ya no entendía con palabras y su cuerpo lo había traicionado sucumbiendo al placer.

El acto continuaba, para Mario era una bella danza en la que los dos hermanos estaban coordinados en satisfacer al otro, para Luigi se sentía como el ataque de un animal salvaje. Finalmente entre gemidos y gritos Mario terminó liberando su carga dentro de el, ese momento de éxtasis los dejo paralizados ahí mismo, Luigi confundido por lo que sentía en ese momento estaba aliviado de que todo hubiera acabado. Pero Mario prosiguió mordiendo el cuello de Luigi, marcando sus dientes en el simplemente se limitó a decir:

-"Ahora eres completamente mío".

Para acto seguido volver a introducirse dentro de Luigi. Aterrorizado, Luigi le rogó que se detuviera una ultima vez, pero entre llantos y gritos duraron así toda la noche.

Un amor distorsionado: la obsesión posesiva de MarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora