° parte 1 °

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07 de abril del 2005–Argentina, Buenos Aires
   8:20 PM. Matías se estaba preparando para ir a un cumpleaños, aunque estos eventos le disgustaban, uno de sus mejores amigos era el cumpleañero. Y Matías sabía lo importante que era para él.
Indiferente se vistió con su típico pullover rojo, y encima una campera negra de cuero, que hacía juego con su levemente desordenado cabello.
   Predominaban las bajas temperaturas, normal, siendo esta una noche de otoño.
   El joven se dirigió caminando hacia la casa de su amigo, se le hacía costumbre, ya que en el grupo de amigos, vivían todos cerca entre sí.
   Allí, en la celebración se encontraría con Gregory, el enamorado de Matías. Se conocían desde hace demasiado tiempo, y desde hace unos años se enamoraron profundamente. Sí, el amor era mutuo, pero nadie sabía sobre los sentimientos de Matías, exceptuando a Valentina, quien era su mejor amiga y se contaban de todo. Sin embargo, Matías realizaba constantes burlas hacia Gregory, como una forma de esconder y disimular su intensa atracción.
   Por otro lado Gregory no ocultaba tanto este sentimiento, cada tanto soltaba algunas indirectas o abrazos. Aunque Matías no se percatara de esto, pero era tan obvio como que el cielo es azul.
   Matías estaba ansioso, adoraba pasar tiempo con aquel chico rubio. Pero de todas formas, se ponía nervioso como si apenas conociera a su amigo de toda la vida.

                  ☆

Una vez ahí con sus amigos, casi no hablaba, cada tanto opinaba o preguntaba algo. No estaba ni comiendo ni bebiendo, estaba sin apetito.
   En cierto punto de la fiesta, ya se había vuelto entretenido. Todo era más dinámico, ya que había música y la mayoría de los invitados estaban alcoholizados.
   Cada tanto Gregory se volteaba para admirar la imagen de Matías riendo, era inusual verlo sonreír... Por dentro deseaba que aquella expresión sea más común en él.

   01:34 AM. Ya se habían ido la mitad de los invitados, solo quedó el grupo de cinco amigos, el peliverde, cumpleañero, se hayaba cansado, después de todo, tenía el horario de un niño de primaria a pesar de tener ya 18 años. Así que se despidió y se propuso descansar.
   Sus amigos, todavía con energías y ganas de seguir, decidieron ir a otro lugar. Primero se propuso el bar de Gregory, pero solían estar ahí mucho tiempo. Luego de un breve rato de discutir a dónde irían, llegaron a la conclusión de que iban a ir a un boliche donde pasaban buena música, había alcohol económico y no quedaba demasiado lejos, así que no gastarían en transporte.

 Solamente una chance (Gregory x Matias)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora