14. ERES MÍA

77 5 1
                                    

Nunca llegué tan lejos con un hombre, siempre me detuve con Adam, incluso si quiero romper las reglas que mi mamá me dio, quiero que mi primera vez sea especial, ahora mis mentiras podrían cobrar factura, ¿cómo decirle a Andrew que soy virgen?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca llegué tan lejos con un hombre, siempre me detuve con Adam, incluso si quiero romper las reglas que mi mamá me dio, quiero que mi primera vez sea especial, ahora mis mentiras podrían cobrar factura, ¿cómo decirle a Andrew que soy virgen?

La actitud de Andrew ha cambiado, sin embargo, sigue siendo un matrimonio sin amor, espero que algún día la situación mejore, me encantaba ver esos ojos, y que decir de su cuerpo, lentamente desabotone su camisa

- ¿Te gusta lo que ves? - me dice, su voz es gruesa me paraliza, sé que él también me desea

- Andrew- su nombre sonó como un gemido

- Dime que quieres pequeña fiera, quiero escucharte

- ¿Seguro que esto está bien?, - respondí, queriendo retirar mis manos.

- Eres mi esposa, llegaremos hasta donde tú quieras, así que no quiero que estés como un cervatillo asustado- volvió a devorar mis labios, sentía su dureza, me encontraba mojada.

Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, con su mano derecha desabrocho mi brazier, me miraba con deseo, tomo uno de mis pechos con su mano y comenzó a masajearlo, mientras seguía besándome jugando con mi lengua

- Eres simplemente hermosa, no sabes cómo me pones, no te imaginas cuantas veces soñé con este momento

Sus palabras me desconcertaban, como una persona que siempre me ha odiado, parece que me lo cambiaron en algún momento, desde que llegue a su casa las cosas dieron un vuelco de 360 grados, me encontraba perdida, sin dirección, como cuando todo lo que piensas que es real desaparece, me cuesta acostumbrarme a esta nueva versión de Andrew, no puedo creer que es mi esposo, después de haber pasado 15 veranos me convertí en su esposa.

Cada caricia me hace sentir deseada, mis pezones se endurecen, él no tarda en tomar uno de ellos con su boca, es tan excitante sentirlo, sé que tiene experiencia, me llena de placer con cada caricia.

- ¿Te das cuenta como me pones? - me dice al oído

- Andrew- susurre su nombre

- Di que eres solo mía

- Soy solo mía- le dije mientras lo atraje para besarlo, amaba esos labios, no tarde en morderle su labio inferior, eso no le detiene hace profundizar aún más, su mano toca mis braguitas y me derrito con su roce, termina rompiendo mi ropa interior

- ¿Qué hiciste? – le digo entre jadeos, el comienza acariciarme mi clítoris, siento perderme entre sus dedos.

- Estas tan mojada, me encantas vita mia, a pesar de que te hagas la graciosa, me vuelves loco

Mientras acaricia mi clítoris, siento como ingresa un dedo en mi interior, nunca había sentido tanto placer, cada movimiento de su mano me estremece, siento que estoy llegando, aumenta otro dedo en mi interior, sale un grito cuando llego al orgasmo, no me sacio deseo más.

No puedo esperar, tomo la bragueta de su pantalón y siento su erección, es tan grande al sacarlo, no puedo creer lo grande que es, esto me va a doler, no puedo respirar.

El me ayuda sacándose el pantalón y el bóxer, los dos nos encontramos desnudos se coloca encima de mí, besando mi cuello baja a mis pechos, con su mano acaricia mi vientre - No puedo soportar más vita mía - se coloca en mi entrada y me quedo quieta, es tan grande, cuando siento que el comienza a abrirse paso, el dolor es demasiado grande, cierro mis ojos esperando que pase, lo siento detenerse

- Cinnia mírame - me dice con urgencia en su voz, y una lágrima cae por mi mejilla, temía abrir los ojos y ver decepción en los mismos.

- ¿Por qué me mentiste? - se escuchaba preocupado

- No te detengas-respondí abriendo los ojos, crucé mis piernas en su espalda y lo volví a besar, el seguía tenso, sin embargo, quería más de él necesitaba sentirlo dentro de mí

- No quiero lastimarte

- Quiero tenerte en mi interior

Quito unos cabellos de mi cara y beso mi frente, esa media sonrisa que tanto odiaba ahora sentía que lograba tranquilizar mi interior, lentamente volvió a ingresar, el dolor aumentaba hasta que por fin estaba dentro de mí, él no se movía hasta que me adapté a su tamaño, al acostumbrarme sentí la necesidad de moverme.

- Calma pequeña, te va a doler

- Te necesito

En cuanto salieron esas palabras de mi boca, él lo tomo como la invitación que estaba necesitando, nunca me sentí tan unida a una persona, y el ahora era mi esposo, seguimos besándonos, tocándonos hasta que llegamos juntos al orgasmo.

- Pequeña Cinnia no sabes lo feliz que me haces, mírame- en cuanto alcé la mirada vi esa media sonrisa, sin embargo, sus ojos no eran los mismos se encontraban más verdes que nunca.

- Te estoy mirando

- No sabes lo feliz que me haces, de verdad creí tus palabras cuando me dijiste que habías estado con Adam, en ese momento me arrepentí de alejarte todos estos años de mí, ahora en este momento espero que no existan más secretos entre nosotros.

- ¿Por qué debí habértelo dicho?

- Cara mia, pude lastimarte, debí ser mas suave contigo, pero cuando estoy cerca de ti me vuelvo instintivo.

- ¿Crees que seremos felices?

- La felicidad en nuestro mundo es subjetiva, lo sabes mejor que nadie, sé que no soy un santo, mis manos están manchadas de sangre, al menos te daré mi día a día, es lo único que puedo ofrecerte. - dijo mientras besaba mi mano

- Llegaremos a amarnos, mis padres y tus padres igual tuvieron matrimonios arreglados, y se aman, cada verano que venia a pasar contigo vi el amor que tus padres se tenían, acaso está mal querer eso

- No te ofrezco amor eterno, tú mismo lo dices, mi madre prácticamente esta muerta en vida después de perder a mi padre, no quiero eso, pero te prometo cuidarte, ahora eres parte de mi familia.

Un compromiso sin amor era mi matrimonio, mi corazón se encontraba aún roto, sin embargo, los límites son tan borrosos, no entiendo, seamos sinceros yo también me niego a volver a enamorarme

Un compromiso sin amor era mi matrimonio, mi corazón se encontraba aún roto, sin embargo, los límites son tan borrosos, no entiendo, seamos sinceros yo también me niego a volver a enamorarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ANDREW LLEGARÁ A AMAR A CINNIA

GRACIAS POR EL APOYO, NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR EL MISMO PARA QUE LLEGUE A MÁS PERSONAS

PELIGROSA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora