Desde niños programaron nuestro matrimonio, cada verano debía viajar a Estados Unidos a ver al idiota de mi prometido, el unir nuestras familias nos haría más poderosos, solo existe un problema me enamoré de Adam el mejor amigo de mi prometido y man...
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Deseo olvidarme de ella, durante toda mi vida sabía que se convertiría en mi esposa, pero no sé si se da cuenta del impacto que tiene su presencia. Los celos me consumen cada vez que Adam la ve, ahora es mi esposa, solo mía, nadie se atrevería a verla, me llamarán loco o desquiciado, pero no me importa, ella es mía.
- Vita mía, Como dice el odio al amor hay un solo paso, algún día dejarás de mentirte, lo que sentimos los dos no es algo efímero, a pesar desde que niños nos obligaron a estar juntos.
- Cállate, no digas eso- Respondió Cinnia.
- ¿Sabes cuál es la única manera de callarme? - Le dije mientras la miraba, y le colocaba en mi regazo, No entendía cómo esta mujer podía volverme loco.
- ¿Qué haces nos pueden ver? - replico
Trata de levantarse, pero no podía hacerlo, disfrutaba sentirla. Sé que durante todos estos años he intentado alejarla de mí, lo cual podría ser considerado un error, pero era una forma de negar lo que ella causaba en mí.
- Nadie se atreverá a entrar mientras yo no lo permita.
- Siento que estás loco.
- No, simplemente en este momento. Saben que deben respetar lo que es mío.
- No soy propiedad tuya, debes entender que esto fue solo un acuerdo familiar. No me trates como un objetivo, ya que tal como lo dijiste, podrías estar durmiendo con el enemigo. - me dijo molesta
De hecho, creo que la primera vez que dude de mis sentimientos fue durante nuestras peleas; Me encantaba ver ese fuego en sus ojos y poner mis labios sobre su cuello cuando sentía como su cuerpo se estremecía entre mis brazos, ¿qué haces me preguntó?
- Mientras posaba mis manos entre sus piernas, respondí: "Realmente quieres seguir peleando?" Su piel era tan suave mientras ascendía hacia su centro, Dios mío, esta mujer me volvía loco.
- Andrew por favor
- ¿Qué quieres, pequeña?
- No juegues conmigo
- no estoy jugando recuerda que eres mi esposa, ya que no pude llevarte de Luna de miel al menos espero que disfrutemos juntos
- ¿Por qué en cuanto entre todos salieron? Me dijo.
- No debes preocuparte por esas cosas; necesito que me acompañes al bar, tengo algunos asuntos que resolver, no sé qué está sucediendo, pero los irlandeses siguen molestando.
- Ella permaneció observando mi comportamiento, como si no pudiera comprender. ¿Qué quieres decir con eso? Se suponía que después de la muerte de tu padre, los irlandeses habían desaparecido.
Lo entiendo, pero ahora han regresado, un pequeño grupo está atacando mis cargamentos, en este momento nos encontramos en una guerra.
