PROLOGO

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Seokjin

No creía en las parejas predestinadas ni en ninguna de esas tonterías del amor instantáneo. A decir verdad, apenas creía en el amor. No era algo que necesitara nunca, y no tenía tiempo para ello. Además, el amor sólo conducía a ser herido, y podía prescindir de eso.

Cuando un enorme alfa se abrió paso hasta la primera fila de mi panadería, fue todo menos un encuentro bonito. Mi boca descarada le dijo exactamente dónde podía llevar su trasero perfectamente formado. Salga por la puerta por la que acaba de entrar y no vuelva, muchas gracias.

Entonces nuestras manos se tocaron, y chispas de electricidad se dispararon entre nosotros, y mi alma gritó Mate .

No buscaba amor, ni pareja, pero él me miraba y yo no podía mirar a otro lado. Era grande, sexy y corpulento, y olía como todos los sueños que había tenido y olvidado. Me hacía desear cosas que nunca había deseado. Haciendo que quisiera huir de él tan rápido como mis piernas pudieran llevarme. En secreto, esperando que me persiguiera.

Jungkook

Estaba teniendo una mala mañana. El enfrentamiento con un omega sarcástico y sabelotodo era la guinda de mi ya mal día. Que me echaran de mi lugar favorito para comer dulces no era la forma en que había planeado comenzar mi día.

Siempre había seguido las reglas y había hecho lo que se esperaba de mí. Toda mi vida había sabido lo que quería en mi pareja. Hasta que él estaba frente a mí, nada de lo que yo esperaba que fuera, acosándome y dándome órdenes.

Ahora era todo lo que quería. Sólo tenía que convencerle de ello.

Éramos opuestos en todos los sentidos. El destino debió de cruzar sus cables y meter la pata hasta el fondo. ¿O no lo hizo?

Omega DescaradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora