𝐒𝐀𝐆𝐀 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃𝐈𝐍𝐆 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐗𝐕𝐈𝐈 ;
Pato O'Ward
La vida de Allyson se podía definir con una palabra "monótona" y justo cuando más lo necesita llega un rayo de esperanza para mostrarle las aventuras que puede vivir.
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Allyson Schröder sabía que su relación con su prometido estaba rota. Desconocía en que momento su historia de amor con Andrew y que parecía de ensueño en un inicio ahora solo eran cenizas de eso que surgió hace años.
Generalmente, los primeros meses de una relación amorosa suelen ser intensos, divertidos, pasionales e interesantes. Sin embargo, con el paso del tiempo, algunas parejas caen en una etapa de estancamiento en su relación, en la que se sienten desmotivados o desinteresados e incluso aburridos por estar en ella. Desafortunadamente fue el caso de Ally y Andrew.
Las citas o planes originales parecían ser cosa del pasado para ellos, siempre iban a comer a los mismos restaurantes, visitaban los mismos centros comerciales, si es que salían de casa, además de que sus fiestas o reuniones siempre eran exactamente con el mismo círculo de personas, que por cierto ese grupo eran amigos de ambos y que conocían desde preparatoria; no culpaba a sus amigos de que su relación o por lo menos sus encuentros entre ellos se volvieran aburridos, no, es más, eran un poco más entretenidos a causa de que todos eran de diversos países. Ya fuera una salida o en casa, la ojiazul organizaba reuniones con esas amistades para tratar de romper con la monotonía del día a día y de su relación. Iba desde lo más simple hasta acortar la semana en un "happy hour". Aún así se aburría y no sabía que lo que lo causaba.
Antes podían hablar por horas, se reían sin parar y ahora apenas se dirigían la palabra, sus pláticas por teléfono eran menos frecuentes y se reducían a un "llegaré tarde" o "llevo la cena", al igual que sus mensajes de whatsapp, en donde ya ni los buenos días se deseaban a pesar de que uno saliera antes de que el otro despertara. Los temas de conversación le parecían cada vez menos interesantes y a ella solía rompérsele el corazón cada vez que se sentaba en la mesa esperando a que su prometido le preguntara cómo le fue en el día y cuando la rubia le preguntaba él se limitaba a decir un simple "bien", al momento de querer contarle sobre su día el hombre parecía menos interesado en ello.
Le recomendaron mirar atrás para recobrar esos pequeños, pero valiosos detalles, que solían expresarse al comienzo de su relación. Rápidamente su mente se llenó de imágenes de ambos disfrutando un baño de tina juntos antes de ir a dormir, era su forma de relajarse. Sin pensarlo mucho lo preparó con velas, pétalos esparcidos, compró champán, fresas y uvas; estaba todo listo, para fortuna de ella si disfrutaron de aquello, hablaron un poco y se consintieron, aunque al acabarse toda la magia que se había formado en el ambiente desapareció cuando regresaron a la habitación y Andrew solo se acostó dispuesto a dormir. Allyson no era alguien que se rindiera tan fácil por lo que por la mañana trató de recuperar ese ambiente, preparando un desayuno para llevarle a la cama; su novio durmió hasta tarde y ella desayunó sola.
Intentó construir un huerto para empezar a cultivar sus propios alimentos, pero le frustraron sus ideas cuando el Hunnam dijo que era mucho esfuerzo cuidar de las verduras y frutas cuando simplemente podían ir al supermercado por ellas.
