Por la noche, fui reunirme con el agente 43, y Óliver, cenamos en su despacho. Nada más entrar percibí la categoría de aquel lugar, la tecnología era asombrosa, sin embargo, ya la había visto antes, en una película... No recuerdo cual era. Cenamos mientras charlabamos tranquilamente sobre sus funciones en el "Cementerio", como ellos lo llaman, resulta que en ese sitio, muere una parte de ellos, su parte infantil y cobarde, y nace un nuevo ser, maduro y valiente, nacen agentes muy valiosos. Al final de la cena, Óliver me dio una caja con ropa normal, vaqueros, camisetas, zapatos y ropa interior, todo de mi talla. Me dijo que cuando empezara mi entrenamiento y ganase masa muscular, me harían un traje a media, que me permitiese moverme con facilidad y donde puediese ajustar mis armas.
Después volví a mi habitación, y me quedé mirando al techo, pensando en mi paraíso, ese al que acababa de renunciar.
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Sueños, pesadillas, llamémosle X
Fiction généraleSiempre me pregunté ¿qué pasaría si escribiese esas historias que imagino son reales, por las noches antes de dormirme? ¿qué pasaría si trasladase mi mundo ficticio, a la realidad? ¿qué pasaría si trajese mi infierno al papel?