☆゚.* || UNO

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Marinette

Todavía me estremecía cuando pensaba en mi primer intento embarazoso coqueteando con Adrien.

Mi madre y hermana Bridgette me habían advertido siempre que no provoque a los hombres y nunca había sido tan atrevida con nadie como lo había  sido con Adrien  ese día. Había  parecido seguro, como si no hubiera manera de que me lastimara sin importar la provocación.

Había sido joven y estúpida, solo tenía catorce y ya estaba convencida de que sabía todo lo que se debía saber sobre los hombres, el amor y todo lo demás.

Faltaban unos días para de la boda de Bridgette con Félix cuando mandó a Adrien a proteger a mi hermana. Era un gran asunto escoger un guardaespaldas para tu futura esposa; solo alguien que tuviera tu absoluta confianza podía estar tan cerca, pero no era eso por lo que siquiera  confiaba en Adrien.

Adrien se había visto terriblemente apuesto en su camisa blanca, pantalones negros y chaleco escondiendo su pistolera. Y por alguna razón, sus ojos verdes se habían visto más amables de lo que  estaba acostumbrada a ver en los hombres  de nuestro mundo. No había podido alejar mi mirada de él. No estaba segura de lo que había estado pensando o lo que esperaba conseguir, pero al momento en que Adrien se sentó, me había acomodado en su regazo. Se tensó debajo de mí, pero de algo en sus ojos me habían hecho enamorarme de él ese día. A menudo en el pasado, cuando coqueteaba con los soldados de mi padre, había visto en sus ojos que no dudarían en aprovecharse de mí si no fuera por mi  padre. Pero con Adrien sabía que nunca tendría que preocuparme a que tomara más de  lo  que estaba dispuesta a dar.  Al menos,  así  me  había sentido ese día. Parecía ser un hombre bueno, como los que solo podía admirar de lejos porque no los  encontrabas en la mafia. Como un caballero en armadura brillante, alguien sacado de los sueños de las chicas tontas, chicas como yo.

Solo unos meses después, descubrí que Adrien no era quien creía, quien quería que fuera y como lo había hecho parecer. Ese día todavía me persigue después de todo este tiempo. Podría ser el momento en que mi enamoramiento por Adrien desapareció para siempre.

Mis padres nos habían llevado a Kagami, Mariano y a mí a Nueva York con ellos para asistir al funeral de Jagged Stone, aunque ni siquiera conocía al padre de Félix y Luka. Había estado muy emocionada de ver a Bridgette de nuevo. Pero ese viaje se convirtió en una pesadilla, mi primera probada real de lo que significaba ser parte de nuestro mundo.

Luego de que los rusos atacaron la mansión Stone, estaba sola con mi hermano Mariano en una habitación donde Adrien nos había llevado después que la famiglia bajo el comando de Félix vino a nuestro rescate. Alguien le había dado a mi hermano un tranquilizante porque estaba completamente alterado después de ver que le dispararan en la cabeza a nuestro guardaespaldas. Por mi parte estaba extrañamente tranquila, casi en trance mientras me acurrucaba junto a él en la cama, mirando a la nada y pendiente de cualquier ruido. Cada vez que tensaba, preparada para otro ataque. Pero entonces Kagami me escribió, preguntándome dónde estaba.

Nunca antes me había movido tan rápido en mi vida. Me tomó menos de dos segundos saltar de la cama, cruzar la habitación y abrir la puerta. Kagami estaba de pie en el corredor, con su cabello azabache por todas partes. Al momento en que salté a sus brazos, me sentí mejor y más segura. Desde que Bridgette se había mudado, Kagami había tomado el rol de madre sustituta mientras nuestra propia madre estaba ocupada con sus responsabilidades sociales y atendiendo todos los caprichos de nuestro padre.

Cuando Kagami decidió mirar abajo, el pánico me invadió. No quería estar sola justo ahora y Mariano en realidad no iba a despertar por un par de horas más, así que a pesar de mi miedo en cuanto a lo que encontraríamos en el primer piso, seguí a mi hermana. La mayor parte del mobiliario de la sala estaba arruinado por la pelea con los rusos y la sangre cubría casi cada superficie. Nunca me había mareado demasiado por la sangre o por nada realmente. Mariano siempre venía a mostrarme sus heridas, especialmente cuando había pus porque no la hubiera limpiado bien.

Temptation || Adrinette +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora