Llegó al apartamento de Doona en cuestión de minutos. La fachada era tan modesta como la recordaba, pero Wookyung no estaba ahí para admirar nada. Subió las escaleras rápidamente y tocó la puerta sin demora.
—¿Así de desesperado?— bromeó Doona cuando abrió la puerta, apoyada en el marco con una mirada socarrona.
—Sabes cómo soy... —Wookyung entró sin esperar una invitación, cerrando la puerta tras él con un golpe suave. Se acercó, sus ojos recorriéndola sin disimulo.
—Siempre el mismo, sin importarte nada —replicó ella, dejando que él la empujara suavemente hacia el sofá, pero sus palabras no eran más que un reflejo del juego entre ellos. Se besaron sin delicadeza, ambos buscando solo la distracción.
Pero mientras sus manos recorrían la piel de Doona, la mente de Wookyung volvía una y otra vez a Minho. Ese maldito de Minho, siempre tan digno, tan superior. Ahora estaba por casarse con su madre, mientras él tenía que observar. "Las circunstancias han cambiado" ¿Así que esta es tu venganza? pensó, tensando la mandíbula.
—¿Sigues pensando en él?— preguntó Doona, rompiendo el silencio mientras lo empujaba hacia atrás y se sentaba encima de él, sus labios rozando los de Wookyung con una sonrisa burlona.
—¿Y si lo estoy?— respondió Wookyung, la provocación latente en su tono. No le importaba que ella lo supiera; el resentimiento hervía en su interior.
— Maldito degenerado...—siseó Doona antes de besarlo, su lengua rozando la de él con furia contenida — ... Siempre supe que él te importaba más de lo que querías admitir.
Wookyung dejó escapar una risa amarga y hundió las manos en el cabello de Doona. —¿Crees que es eso? No me importa, solo quiero verlo caer de esa nube en la que él mismo se subió.
Sin embargo, en el fondo de su mente, una sombra de duda lo acosaba. Tal vez había algo más que solo odio. Tal vez quería poseer a Minho de una manera que Doona nunca podría entender.
Doona lo miró de reojo, sin detenerse, ella no había cambiado. Estaba asqueada por ver como era Wookyung en el fondo, pero la noticia de que Minho se había comprometido con una mujer rica parecía haber apagado cualquier interés real que pudiera haber conservado por el pelinegro. Ahora, todo era una mezcla de despecho y conveniencia.
— ¿Y qué vas a hacer ahora? —preguntó Doona, sus palabras eran una mezcla entre provocación y curiosidad.
Por un breve instante, Wookyung dejó que la realidad lo golpeara. Minho iba a casarse con su madre. No era solo una coincidencia ni un capricho del destino. Minho había tomado una decisión que lo excluía, una decisión que ponía a Wookyung en el papel de espectador y no de actor. Y eso era intolerable.
— Lo que sea necesario, — respondió Wookyung con frialdad, sus ojos mostraban que no se detendría ante nada para recuperar el control.
Su celular vibró en el bolsillo, interrumpiendo el momento. Lo sacó y frunció el ceño al ver el nombre en la pantalla: "Perro de mamá". Ese contacto pertenecía a un doctor servil, un lamebotas que siempre hacía lo que su madre le ordenaba. Había sido su sombra, incluso había ayudado a Wookyung con ciertos "asuntos" mientras él estaba en Estados Unidos.
—¿Qué pasa?
Wookyung la ignoró, apartándose bruscamente de ella. Aceptó la llamada con el resentimiento grabado en su rostro.
—¿Qué quieres? — gruñó, sin molestarse en disimular.
—Wookyung, tenemos que hablar. —La voz al otro lado era urgente, nerviosa. Wookyung sintió una punzada de irritación. Lo conocía demasiado bien: si sonaba así, algo realmente malo estaba pasando.
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Bajo el mismo techo- Sadistic Beauty
FanficByun Minho es atrapado en un matrimonio por conveniencia y ahora vivirá con su nueva esposa. No contando con que esa influyente mujer es la madre de Cha Wookyung, quien siempre ha deseado lo prohibido y ve en esta conveniencia la oportunidad perfec...