El calor que emanaba el fuego de la chimenea era sumamente agradable, y si a eso le añadimos una espléndida tisana de hierbas aromáticas no es de extrañar que a Rick le costara cada vez más mantener los ojos abiertos. Un dulce sopor se iba apoderando de él mientras Joel y Anciano departían amigablemente. De vez en cuando sus miradas se dirigían a él y no pudo evitar extrañeza al ver una mezcla de dolor y ansiedad en la mirada de Joel.
—¿Seguro que lo soportará? — preguntaba Joel.
—No te preocupes, lo hará. Es hora de que viva lo que siempre ha únicamente intuido.
Rick no atinaba a entender a que se referían y, agotado, notó como sus párpados se cerraban...
El despertar fue brusco, una gélida oscuridad envolvía todo el entorno y comprobó, alarmado, que no podía moverse. Como si estuviera maniatado por una especie de cordaje invisible. Se concentró en relajar la respiración y, por ende, la musculatura, mientras empezaba a pensar a toda velocidad buscando, a la vez, una respuesta y una solución a la situación.
—¿Por favor, hay alguien ahí?
Esa voz... ¿En la Taberna tal vez? «Es Àngels» pensó mientras le preguntaba. Una nueva voz se unió...
—Soy Óscar...
«Por lo menos no estamos solos», pensó Rick, o eso creía él, como muy pronto iba a averiguar. Desafiando cualquier lógica una sombra más oscura que la oscuridad absoluta invadió lo que parecía ser el interior de una caverna. A juzgar por sus contornos, sus tentáculos se esparcían por doquier mientras una protuberancia aparecía sobre Rick. Sorprendentemente una suave y ladina voz empezó a sonar en el interior de su cabeza.
Cuando abrió los ojos no estaba en la caverna. Ocupando una mesa en una especie de local oscuro y frío su mirada se dirigió al escenario. La voz provenía de allí.
—¿A quién tenemos aquí? — Lanzó una risotada aguda y chirriante mientras aplaudía enfervorecido.
—Así que soy yo a quien temes. — Su voz sonaba sibilante mientras una mirada de expresión imposible paralizaba y aterrorizaba a Rick.
—Yo que solo bromeo, yo que solo despierto las más bajas pasiones, yo que escarbo en lo más primario de tu cerebro despojándolo capa a capa hasta llegar a lo ancestral y primitivo, a tus miedos más primarios, a tus recuerdos más escondidos. — Su mirada se tornó empática mientras hablaba.
—Ahí nació la composición, el amor a la música, los animales y la naturaleza, al universo, la ciencia y la astronomía. Capa a capa ibas forjando un cerebro para intentar protegerte del daño que siempre te ha hecho la crueldad, la indefensión, la maldad por la maldad. Desde pequeñito te conjuraste a que no te afectara y... — La risa se tornó gruesa y grave mientras sus ojos relampagueaban.
—Casi lo consigueeeeee... ¡Jaaaaa, jaaaaaa, jaaaaa! — Aplaudía frenéticamente. Su voz se tornó tierna y amigable.
—Querido niño, lo inevitable no se puede parar y, cuando llega, siempre, siempre te pillará desprevenido. ¿Se te ha comido la lengua el gato?
—Tú solo eres un producto de mis pesadillas, realmente no estás aquí. — Musitó Rick con firmeza mientras cerraba los ojos con fuerza y se concentraba en intentar escapar de aquella pesadilla.
—¿DE VERDAD CREES QUE ES UNA PESADILLA?
La voz atronó en su cerebro y le heló la sangre. Volvía a estar en aquella especie de caverna y un rostro de facciones imposibles le observaba frío y distante mientras sus ojos helados le taladraban inmisericordes.
—¿Cómo te atreves a venir aquí? No tienes idea de donde estás ni puedes llegar a intuir lo que se crea en esta dimensión. No puedes venir con tu lógica, tu ciencia, tu soberbia, tu aparente tranquilidad, tu pasividad disfrazada de humildad. Yo te despojo de todas tus capas y te muestro un terror al que por mucho que te esfuerces jamás llegarás a entender o asimilar. Ya te he aterrorizado muchas veces y volveré a hacerlo.
Rick empezó a temblar incontroladamente...
—Te has metido en un mundo que no te pertenece, que no es el tuyo. ¿Cómo te atreves a pontificar?, ¿Cómo te atreves a pensar que puedes ayudar? HAS LLEGADO DEMASIADO LEJOS...
La sombra empezó a girar vertiginosamente y los tentáculos empezaron a rodear el cuerpo inerte de Rick. Comenzando por los dedos de los pies notó como perdía la sensibilidad de su cuerpo. «Cuando llegue a los pulmones y el corazón se acabó» pensó descorazonado. Y entonces descubrió con sorpresa que no le importaba, que se sentía preparado porque, lisa y llanamente, tanto Joel, Tylerskar, Rebeldía, Experiencia, Esperanza, Ilusión, Alma, Rectitud, Resolución, Amor, y demás personajes formaban parte de su vida de una forma intensa. Y todos ellos se fusionaban en alguien por quien daría su vida sin pensarlo.
—Es verdad, monstruo. He conocido solamente las capas superficiales del horror, pero ni siquiera viéndolo en toda su verdadera dimensión, ni siquiera viendo mi propio monstruo, conseguirás vencernos. Caeremos una y otra vez, pero no conseguirás tu objetivo. Así que haz lo que...
—BASTA
La figura de Conciencia emergió de la nada para acercarse a Rick. Suavemente, le despojó de las ataduras psíquicas y le ayudó a levantarse. Rick lo miraba con desconfianza, no podía evitarlo.
—Te comprendo, Rick, pero yo no soy la Conciencia que crees conocer, la que te han mostrado. Soy la Conciencia que siempre has intuido y que demasiadas veces ha tenido que ser dura y cruel para que apareciera quien tenía que aparecer. Vamos, amigo, regresemos...
La doctora miraba con dulzura a Rick. Cuando éste abrió los ojos le puso la mano en la frente y en voz muy baja le dijo...
—El camino ha sido muy largo y no puedo garantizar que el final sea definitivo. Pero hemos demostrado que unidos somos fuertes.
Rick asintió, pensativo, mientras le dedicaba una sincera sonrisa. Mientras, en una habitación contigua, Àngels y Óscar departían animadamente entre risas.
Experiencia se acercó a Rick con una amplia sonrisa.
—Querido amigo, desde los primeros viajes que vamos juntos, ¡¡Venga ese abrazo!!
Unas Cervezas heladas aparecieron en sus manos y el ruido de las dos jarras al chocar llenó la habitación de luz y paz.
Para todos...
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Una consumación en la Taberna
Mystery / ThrillerÀngels, Oscar y J. Carlos no son solo tres lectores voraces de la Saga Identidad. También disponen en su haber ese inquieto afán por plasmar su mundo interior. 'Una consumación en la Taberna' va a situarlos dentro de la Identidad, convirtiendo sus...