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Comenzó a cerrar sus ojos cuando de nuevo escucho susurros.

Pero se sentía diferente, normalmente cuando tenia alucinaciones eran violentas y se acompañaban de sensaciones horribles.

Le dio igual y solo deseo que se terminaran aquellos susurros.

Pero los susurros no cesaron. Se pregunto si la fiebre le había subido de nuevo, pero no, de echo estaba bajando.

¿Qué es eso?- susurro asustado mirando una enorme figura que empezaba a materializarse en la esquina de su habitación

Mordió su pai y se acerco lentamente. No era la persona mas valiente del mundo, pero le había perdido el miedo a las alucinaciones, entonces en medio de la oscuridad miro unos brillantes ojos rojos. Se estremeció, pero no retrocedió ni un paso. 


-Hola, Koi-  dijo la gran sombra que media mínimo unos 2 metros.

Koi se quedo inmóvil ante la voz de aquella sombra era gruesa y algo intimidante- Uhh ¿Desde cuando las alucinaciones se saben mi nombre?- Se tambaleo asta su cama y allí tomo su termómetro y midió de nuevo la temperatura:  37.8 la fiebre había disminuido demasiado, no entendía porque estaba teniendo alucinaciones. Miro de nuevo hacia la esquina y tuvo un escalofrió.- ¿Quién eres?-

Al no recibir una respuesta, se sintió estúpido. Sabia que las alucinaciones no tenían conciencia propia y obviamente no podían contestar.

-Oh que buena pregunta, a veces, yo tampoco lo se - Koi volteo sobresaltado al oír de nuevo la voz de la sombra ¿En serio le había respondido? - Pues, soy un demonio, un gusto en conocerte, humano.

El "demonio" se acercó a la cama de Koi y sorrio. Sinceramente era una sonrisa muy espeluznante, pero seductora a la vez. Aquel demonio vestía un elegante traje de color negro y blanco y tenia un corte de pelo algo así como el corte de librito. Antes de que koi pudiera decir algo, sus parpados empezaron a pesarle y quedo profundamente dormido.

Al despertar, lo primero que hizo fue revisar su reloj, eran las 7:30, el sol ya había salido e iluminaba su ventana, y ya que su cama estaba al lado de su ventana, toda la luz le daba a el.

-Ugh, parezco un cadáver- Dijo para si mismo mirando su pálida piel. En verdad parecía un cadáver.

De repente, comenzó a recordar lo que había pasado el dia anterior en la noche, últimamente, también confundía la vida real de sus sueños.

¿Paso de verdad o no?

Salió de su habitación para tomar agua y lavarse la cara. Trato de no hacer ruido para no despertar a sus padres. 

Se miro en el espejo y  suspiro mirando sus ojeras. El dormía unas 4-5 horas, pero parecía que no había dormido en semanas.

Regreso a su habitación, y rebusco debajo de su almohada. Saco un tamagotchi que le había comprado su padre y cambio la hora para que despertara. Una vez despierto jugo con el y cuando de aburrió, lo volvió a dejar debajo de su almohada, pero cuando metió su mano, sintió un papel.

Extrañado saco el papel y lo miro un segundo ¿Qué hacia un papel bajo su almohada?


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Perdón por las faltas ortográficas.

El Demonio Se Siente SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora