VI

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Después de eso caminamos un poco y se ha traído unas botellas de cerveza y una cajilla de cigarros.

-¿Y de dónde eres o vienes?- me pregunta después de unos minutos, hemos caminado y vamos profundizando en un tipo de bosque. Pero nos desviamos y salimos en mi casa.

-Soy de Nevada...-

-Wow, y ¿no te molesta el cambio de clima?-

-Para nada, pero no quería venir a este estúpido lugar- él no dice nada, pero por cuenta propia, me voy a la parte trasera de la casa y me siento en el pasto cerca del lago.

El viento sopla y mueve las hojas de los árboles, todo está callado y tranquilo. Un atardecer bueno. Veo que Christopher saca una bolsita de sus jeans, no sé qué sea, pero parecen como especias, es extraño. Después saca un trozo de papel, hecha el polvo y este lo envuelve.

-¿Qué haces?- le pregunto extrañada

-¿Tu qué crees?- la punta la pone entre sus labios y lo enciende. Inhala y saca todo el humo... es asqueroso y apesta -¿Quieres? Es marihuana-

-No soy una estúpida para hacer eso- le digo repugnada

-Estúpida al no hacer esto- me escupe resignado, pero solo por eso, le arrebataré el papel de la boca y lo lanzó al lago enojada.

-¿Pero qué mierdas te pasa? Es lo que me sobraba-

-Era- le digo orgullosa - ¿No sabes que eso es malo? Eres un idiota por consumir eso-

-Pero me hace sentir y ver bien-

-Claro que no ¿Quién demonios te dijo eso? No te vez para nada bien, y eso te hará mal. No necesitas esas mierdas para dar una "buena imagen"-

-¿Entonces qué hago para verme bien?-

-Nada- le respondo fría y el me mira en silencio -No necesitas nada, ni la ropa más cara; nada. La gente que no te conoce no tiene derecho a criticarte, por desgracia lo hacemos y tú les das más razones para hacerlo al consumir idioteces- mi voz disminuyo poco a poco. Llegue a un punto donde, reconocí que me enoje con él porque me preocupa... me importa.

Nos quedamos en completo silencio de nuevo, ambos miramos al lago, yo no sé qué decir al respecto, hubiera sido mejor si hubiese agarrado el porro para fumar también.

-Oye...- lo miro detenidamente y atenta, creo que está nervioso -Gracias- sonríe

-¿Por qué? Te he dicho idiota y de más-

-Lo sé, pero gracias a ti lo he visto, lo reconozco y sí; soy un imbécil, tengo una vida por delante y yo... - niega con la cabeza, esa pausa me da miedo -¿Crees que soy un idiota?- me mira ceñudo pero sonriendo un poco. Yo suelto risitas

-Eres un completo imbécil, Christopher-

Él solo se carcajea y me mira.

-¿En serio piensas eso de mí?-

-Sin darle tanta vuelta al asunto...- suspiro -Sí. Pero ahora no sé qué pensar-

-¿Cómo que no sabes que pensar?-

-Nada, olvídalo- niego con la cabeza y desvío mis ojos de los suyos al bello lago.

La pequeña fiestecilla termino tarde, se puso buena. El chico raro de cabello naranja se esfumó y; los amigos de Adriela convivieron con él.

Apostaron, se drogaron un poco, bebieron y jugaron un poco. Era una persona totalmente diferente; fue amable, social y muy divertido. Fue como un chico sencillo y normal como todos nosotros...

SOUTH SALEM (Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora