Capítulo 1 : El incidente del árbol

9 0 0
                                    


El verano en Phoenix, Arizona es lo que sigue de horrendo, el sol está fuera desde que te despiertas hasta después de que te vas a dormir, los coches son hornos que debes tomar y tener mucho cuidado al ponerte el cinturón para no quemarte; lo peor que puedes hacer es salir de casa descalzo.

"Buenas tardes a todos nuestros radioescuchas, Hoy es jueves primero de Julio, comenzamos este mes con 95 grados de temperatura máxima..." decía la radio de bolsillo bajo el puesto de limonada que estaba a la orilla de la calle.

"Que ya diga como le fue a las serpientes anoche" Dijo una niña que estaba atendiendo el puesto.

"Silencio Daphne, es lo primero que dice" respondió la otra niña mientras subía el volumen.

Ambas se acomodaron bajo el puesto escondiéndose del sol y escuchando la radio; Daphne era la niña más alta de las dos por 2 centímetros, tenía un cabello castaño y muy esponjoso que siempre trenzaban, su cara estaba llena de pecas por tanto tiempo bajo el sol. Mientras la radio continuaba hablando, Daphne contaba los vasos que habían quedado de las ventas, para así saber cuanto habían ganado.

"La tarde de ayer fue una montaña rusa para nuestras serpientes, pues en el juego que tuvieron contra los padres se extendió hasta la doceava entrada" escucharon a alguien tocar en el puesto.

"¿Sí?" dijo Daphne saliendo de debajo, miró al niño que estaba parado ahí, con una sonrisa de oreja a oreja. "Ah, eres tu Chuck,¿Qué quieres?"

"¿Ya vendieron toda su limonada?" la voz del chico irritaba a Daphne demasiado.

"Si, ¿Acaso querías? no le vendemos a gente molesta que huele a sudor."

"¡Ganaron! Daphne si ganaron" se escuchó debajo de la mesa.

"¿Mitch también está aquí?"

"Ya dinos que es lo que quieres Chuck" se escuchó mas irritada la niña.

"¿Por qué tan enojada? ah... a que sigues molesta por lo de los lentes"

"Claro que si! ¿Sabes cuanto cuestan unos lentes como los de Mitch? !Mucho! no, !Muchísimo!"

"Daphne ya... no es para tanto, ademas, no fue el quien los rompió."
"No pero es su primo, y siempre andan juntos."

"Ey, no es verdad eso, ¿Acaso lo ves por aquí?"

"Pues no porque esta en Nevada, pero cuando llegue te aseguro que ni nos vas a hablar... y ya vamos a guardar todo así que ya te puedes ir."

"Agh, tu siempre tan... tan..." Chuck no sabía que responderle.

"¿Impulsiva?"

"¡Mitch!"
"¡Pues es verdad!" dijeron los otros dos niños, Daphne escuchó las risas de los dos niños mientras tiraba al pasto lo poco de limonada que quedó.

"Chuck, ¿nos ayudas a llevar el puesto a casa de Daphne? Por favor."

Los tres niños caminaron una calle abajo para ir a casa de Daphne, la niña miraba a su amiga, la cual cargaba junto a Chuck el puesto; Mitch tenía el cabello corto y ondulado, lo mas destacado de ella eran sus lentes los cuales eran horrendos, eran unos lentes de señora color amarillo marca textos, fueron los unicos que tenían a la mano para reemplazar los anteriores; una semana antes el primo de Chuck "Accidentalmente y recalcando que fue un juego que salió mal" le quitó los lentes a Mitch y los partió en dos, cuando eso pasó Daphne se enojó tanto que le dió un empujón, los lentes se cayeron al suelo pero antes de tocar el pavimento (ella esta muy segura de lo que vió) el vidrio tronó.

Un carro sonó el claxon haciendo que los tres niños voltearan, dentro del carro iba el padre de Daphne quien les hizo la seña de que esperaran. El señor salió del auto al llegar a la cochera, era un hombre muy alto, había sido en su juventud jugador de Básquet a petición de la Abuela Penelope. Daphne vió a su padre completamente sudado, clara señal de que el carro aún no tenía refrigeración.

Daphne y la escuela de brujeríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora