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Escucha la puerta de la casa ser abierta. Los pasos son casi silenciosos pero aún puede oírlos a la perfección, acomoda el cuerpo sobre su regazo y suspira irritado ante el aroma de la persona ahora detrás de la puerta de la habitación.
Y todo está en silenció. La puerta aún no se abre y desea que así sea, sino se vería en un gran problema a pesar de que no le importe en meterse en uno, con tal de proteger lo que es suyo.
El cabello debajo de su barbilla perteneciente al hanyo entre sus brazos le hace cosquillas al igual que la respiración tranquila en su cuello. Algo que le dice que su pareja aún se encuentra dormido y no a olfateado el aroma de la chica o tal vez no le importe mucho.
La puerta es abierta y tal y cómo lo predijo la chica se encuentra de pie allí. La observa por unos minutos y espera que salga de aquel shock de sorpresa.
"InuYasha." La chica del futuro pronuncio el nombre de su pareja y gruño con disgusto. Apretó el cuerpo del contrario el cual se encuentra abrazando una de sus prendas debido a que no quiso tener sexo para calmar un poco el calor y enterró su nariz entre sus cabellos.
La madrugada estaba en su esplendor y la boca de la chica se abrió lista para hacer un escándalo (algo típico), pero en cambio lo único que hizo fue gritar el característico abajo ocasionando que el ahora humano entre sus brazos estrellara su rostro contra el suelo de madera.
El gemido de dolor que soltó el contrario ocasionó que se pusiera a la defensiva y las ganas de matar a la chica crecieran en el.
Sin embargó InuYasha se levantó lentamente y cubrió su nariz, la cual derramaba algo de sangre, pero eso no le impidió detener cualquier intento de asesinato por parte de Koga hacía la chica.
Tomó el brazo de Koga llamando su atención, cosa que logró, para posteriormente sentir la lengua del lobo pasar por encima de sus labios y debajo de su nariz, limpiando la sangre con esta.
Ambos se miraron, si bien el calor había vuelto no harían nada estando Kagome allí parada observando cómo los que alguna vez creyó que eran rivales para pelear por su amor, ahora se encuentras dándose besos en la mejilla y labios.
Suspiró. La chica estaba colmando su paciencia y el ciclo de calor estaba por comenzar y estando en ese estado no dudarían en follar frente a ella.
Sonrió ante los besos en su mejilla y al saber que la chica se había vuelto a ir debido a que la puerta de la había sido cerrada con fuerza.
Tomó las mejillas del contrario y observó sus ojos, Dios este tipo sin dudas estaba pensando en matar a Kagome.
Bostezo, aún se encontraba con sueño y apenas unas horas atrás había podido dormir plácidamente y sin dudas no esperaba despertarse de esa manera.
