𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 || Lynn loud jr

01

*2 meses después*

Me encontraba sentada en el salón de clases esperando a la maestra, un día normal, nada nuevo, los mismos problemas de siempre con Loud.

Estaba hablando con mi mejor amiga Val, y con algunos más amigos. Me estaba riendo de un chiste que hizo Olivia, de repente sentí una mirada penetrante en mi espalda obviamente voltee para ver de quién se trataba.
Era Lynn Loud jr, se veía ¿Molesta? Umm... ¿Celosa? No tengo idea.
Cuando note de quién se trataba, en mi rostro se formó una sonrisa sin mostrar los dientes.

—¿A quien veías?- pregunto Valentina.

—¿Eh? Ah, a nadie ¿Por qué? - Respondí saliendo de mi trance.

—Por que se formó tu hoyuelo, que raro.

—¿Qué?- pregunté confundida, era raro que mis hoyuelos aparecieran, solo se formaban cuando verdaderamente estaba feliz. *Raro* pensé.

—¿Entonces me acompañarás hoy?- pregunto Olivia emocionada.

—Claro. Umm, necesito ir al baño un segundo.- Dije levantándome de mi asiento para dirigirme al baño, si no fue por un pie que se interpuso en mi camino haciendo que perdiera el equilibrio y callera.

—¿Cuál es tu problema Loud?- Dije enojada mientras me levantaba del suelo.

—Ay, perdoname no me di cuenta.- dijo hipócritamente.

—Tu nunca te da cuenta de nada.- dije volteando los ojos y yendo hacia la puerta.

—Dejenla, ahorita va ir a llorar con su mamá. Ay es cierto no tiene- Dijo la deportista con un ligero puchero de burla. Y esa fue la gota que derramo el vaso. En cuanto termino de hablar no le di tiempo de hacer otro chiste por qué me abalance sobre ella golpeándola y tirándola al piso.

No paso mucho tiempo entre golpes por qué llegó la directora separándonos.

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—Que voy a hacer con ustedes dos, siempre están metidas en problemas ¿No se cansan en serio?- dijo la directora buscando una explicación.

—Ella empezó.- Dijo Loud señalándome.

—¿Perdón? Claro que no, di la verdad.- respondí defendiendome.

Lynn comenzó a hablar y yo a responderle.

—¡Silencio! - dijo la directora golpeando su escritorio con una regla de madera. De inmediato nos callamos.

—En un rato les voy a dar unas copias de un cuestionario que tendrán que entregar para mañana mismo, y no me interesa, a ver cómo se lo arreglan ustedes, ahora vayan a la enfermería a qué les curen eso- dijo señalando nuestros golpes.

Salimos de su oficina en camino a la enfermería. Voltee hacia la que se encontraba a mi lado y me detuve a analizarla, por alguna razón se veía demasiado atractiva con su coleta despeinada y con sangre saliendo de su labio inferior.

Espera ¿Qué? ¿Por qué mierda estoy pensando eso? Que raro por dios.

—¿En tu casa o en la mía?- Pregunta la deportista.

—¿Eh?- digo confundida.

—Pues el trabajo estúpida.

—Ah, en tu casa si quieres.

—Esta bien, no queda de otra.- Dice rodando los ojos.

—¿A qué hora?- Pregunto ya que esa tarde iba a acompañar a Olivia al centro comercial.

—¿Te parece a las 4:30?

—Oh, emm, ¿no puede ser a las 3 o a las 6?- pregunta ya que justo esa era la hora acordada con mi amiga.