|| ❝ Eres jodidamente hermosa y quién diga lo contrario le parto la boca. ❞
La típica historia de enemies to lovers, pero a mí manera.
No te daré spoilers, mejor entra a leerla, estoy casi segura de que te va a gustar!!
Ya había pasado una semana desde la salida con Olivia.
Me encontraba sentada en mi cama viendo mi teléfono cuando me llegan mensajes de Valentina y Olivia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Una fiesta?- pensé.
Salí de mi habitación para buscar a mis tíos y pedirles permiso. Cuando llegue a la sala me encontré con Clyde y con Lincoln.
-Clyde ¿Sabes dónde están tus papás?- Pregunté hacía mi primo no sin antes saludar a su amigo.
-Deben de estar en la cocina - Dijo Clyde sin mirarme mientras se susurraba cosas con Lincoln que no podía alcanzar a escuchar.
Me dirijo a la cocina y me encuentro con alguien al quien no me quería topar.
-¿Lynn?
-¿Samantha? ¿No estabas con tus amigas?- Dijo mientras dejaba en una mesa tres latas de refresco.
-No, ¿Quién te dijo eso?-
-Clyde y Lincoln- Dijo tomando de nuevo las bebidas y saliendo de la cocina.
¿Por qué le habrían dicho eso?- Pensé. Salí de la cocina en dirección al cuarto de masajes para buscar a mis tíos pero un grito hizo que me detuviera.
-Samy, ¿A quien buscas?-Pregunto Clyde con inocencia.
-Lo sabes Clyde-Dije yendo hacia el la habitación donde "supuse" que estarían mis tíos, digo supuse por qué no estaban.
-Salieron- Dijo Lynn a mi lado haciendo que salte del susto.
-¡Dios!- Dije poniendo una mano en mi pecho después de verla.
-¿Que haces aquí? -le pregunté una vez regule mi respiración.
-Lincoln me dijo que lo trajera pero no pensé que ibas a estar aquí.- Dijo mirándome, notaba sus pupilas algo dilatadas pero supuse que era normal. Mantuvimos contacto visual por unos segundos hasta que...
-¿Pueden dejar de coquetearse indirectamente?- Dijo mi primo Clyde haciéndonos salir de nuestro trance.