MI PRIMER AMOR- elmariana (el mariana)

Capitulo 24

Mia

Tenia demasiado dolor en mi cabeza y por mi rostro, no me movía pero al respirar sentía bombear mi cabeza

Era tarde, el mismo día del accidente, Osvaldo había venido su familia ya que había dicho que chocó y que tiene zafada su mano, en ese momento quede sola con Sebastián.

—¿Cómo estas de tu cabeza loca?—Me preguntó Sebastián sentándose en la camilla

—Quiero irme a casa Sebastián... no aguanto la comida de acá— Cerré con fuerza mis ojos

—Ya mañana pecosa... gracias que no estas mas grave —Me movió los pies suave

a los minutos entro Osvaldo a la sala y se sentó en el otro lado de la camilla, traía otros lentes

—Todo esta bien ¿Te sientes bien?—Me preguntó, me senté bien en la camilla y la cabeza me rebotó con el dolor

—No si mejor solo me bombea—Le respondí con los ojos cerrados con la respiración controlada—¿Tu bracito?

—Esta bien—Le escuche decir, sentí una mano tibia sobre la mía

—Mia Cariño —Escuche la voz de mi Tia causando que abriera los ojos— Sebastián me dijo que estas mejor mi amor

Le sonreí levemente, su mirada se dirigió hacia Osvaldo, quien me miraba en silencio y no soltó de mi mano.

—Tu debes ser Osvaldo, amigo de mi hijo y novio de mi sobrina—Le hablo mi Tia a Osvaldo

—Si señora, un gusto—Osvaldo le dedico una pequeña sonrisa a mi tia quien se la devolvió

—Gracias a dios que ambos están bien, mejor —Mi tía acercó una silla a la camilla para sentarse —Mia cariño le hable a mi hermana sobre el accidente

—Tia sabes que jamás le interese...—Le respondí suave volviendo a cerrar mis ojos

—Pero es tú madre debía enterarse mi amor

—Ni la pena vale—Le respondió Sebastián

—Sebastián no seas así —Lo regaño mi tia

—Es verdad la Mamá, Mia se crió con nosotros, sabes que Mia no considera a su mamá como mamá si no a ti, por que la criaste—Le volvió a responder

—Madre es la que cría —Complemente a Sebastián

—Ya mis amores dejen esta discusión —Hablo mi tia

Osvaldo estaba en silencio en todo ese momento, solo sentía las leves caricias en mi mano de parte de él.

—Oh no... Hija—Al escuchar esa voz inmediatamente la reconocí y apreté con fuerza la mano de Osvaldo

—¿Es enserio? ¿Ahora?—Respondió Sebastián, es como si me hubiera leído la mente

—Deja de ser tan irrespetuoso Sebastián—Sentí el sonido de la silla junto a mi haciendo cerrar con mas fuerza mis ojos

—Hola Hermana, sobrino y...—Escuché decir a mi madre