Brasas

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Tenía que hacerlo, tenía que invitarla a mi casa... No obstante existía la posibilidad de que se asustara.

Sabía que una oportunidad como esa no se presentaría ante mi en mucho tiempo. No podía desperdiciarla.

"Oye, de hecho vivo aquí" le dije

"Oh, ¿Y si entramos?"
Todo mi cuerpo se estremeció al escuchar esas palabras. Evidentemente le respondí que si.

Al intentar abrir con la llave me percaté de que mis manos estaban temblando levemente. Tenía las hormonas a mil.

Cuando por fin logré abrir la puerta ella se sentó en la sala, yo todavía de pie.. La vi como si fuera una pintura. Era arte.

Me senté a su lado y la abracé, podía sentir como su cuerpo temblaba, sus latidos, sus respiraciones. Podía sentir todo.

Noté como acercaba su mano cada vez más a mi entrepierna, esto me causó una gran erección... Sabía lo que terminaría pasando.

Ella se arrodilló a mi lado y me besó de una manera que nunca había presenciado, era casi como si me quisiera devorar.

Cuando su mano por fin toco mi p*ja, un enorme escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sabía lo que ella quería... Y se lo iba a dar.

Procedí a desabrocharme el pantalón y ella lo tomó con su mano, Su mano era muy pequeña tanto que empezó a usar las dos... Haciendo un movimiento de arriba hacia abajo qué lentamente me empujaba a la locura.

Empecé a jadear un poco, lo que ella notó y empezó a hacerlo más rapido... Ella realmente disfrutaba verme así.

La miré a los ojos y ella solo me sonrió para luego arrodillarse en el suelo y entre mis piernas... Verla desde arriba me excitó aun más.

Se lo puso en la boca y lo empezó a chupar un poco, Su boca se sentía tan jodidamente bien. Sentía como me llevaba al cielo con ella.

Sus ojos mirándome fijamente, demostrando que por ese momento era mi maldita sumisa. Podía hacer lo que quisiera así que lo hice.

Con mi mano derecha le hice una cola en el cabello y empecé a manejar su cabeza agarrando su cabello... La tenía completamente a mi merced.

No se si era mi ego pero este hecho me sentó particularmente bien.

Ella se detuvo ya que se estaba ahogando, yo disgustado por esto le di un golpe fuerte en la mejilla con mi p*ja y le dije "¿Cuando dije que pararas?".

Ella disfrutando de mi actitud, sonrió y volvió a ponérselo en la boca.

Así estuvimos un rato, estuve cerca de terminar dos veces pero pude aguantar (en serio lo hacía muy bien)

Ella se lo sacó de la boca y me dijo "¿Tienes?"... Yo sabía perfectamente a que se refería y gracias a Dios. Si tenía uno en mi habitación... Así que fui por el.

Me lo puse y en ese instante supe que se venía la verdadera diversión...

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2023 ⏰

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