Jujutsu Kaisen Fanfic - Takuma Ino.
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Ruri Miyako fue el primer flechazo de Takuma a sus 17 años. Una estudiante de la Escuela de Hechicería Metropolitana de Kioto que lo cautivó con una sonrisa y algo más, pe...
Las luces del lugar cambiaban al hipnotizante ritmo de la música, la cual estaba tan alta que hacía casi inaudibles las conversaciones de sus amigos. El club estaba repleto de jóvenes, y notoriamente algunos no cumplían con la edad permitida si quiera para estar ahí. Pero cada quien estaba en su mundo. Alcohol, sustancias, el humo de los cigarrillos y fogosos toqueteos indiscretos en más de algún rincón.
Tomó el vaso y dio un largo sorbo, deshaciéndose de lo último que le quedaba, sintiendo cómo el líquido bajaba quemando su garganta. Había sido una jornada larga y había encontrado en aquellas fiestas su escape.
Aunque disfrutara de las bebidas alcohólicas, sabía que estaba casi en su límite para no tener un insufrible dolor de cabeza a la mañana siguiente, así que rechazó la invitación de su amigo hacia la barra.
—¡Vamos, Ino! ¡No seas aburrido!
El humo de su cigarro le había golpeado en el rostro, haciéndole toser un poco mientras apartaba a su ebrio compañero.
—No puedo, tengo reunión temprano —justificó dándole una palmadita en la espalda—. Ya debo irme.
Tras varios minutos de negociación pudo librarse de él y se abrió camino entre la multitud, sin apartar la mirada del letrero neón que indicaba la salida, siguiéndolo como si fuese una brújula. Recibió algunos empujones y sintió que alguien vertió un poco de su bebida en sus zapatos, pero nada importaba mientras pudiera salir de aquel asfixiante enjambre.
Logró salir del club y dejó que el frío viento le recorriese el cuerpo, buscando que le hiciera ganar un poco de control contra lo que había consumido a lo largo de la noche. Sacó su teléfono para llamar un taxi y poder irse a descansar de una vez.
La calle estaba casi vacía a excepción de algunas personas que se apoyaban en la entrada del club. No hizo más que marcar el número cuando una voz cautivó su completa atención.
Era su voz. Esa voz que llevaba casi dos años sin escuchar. ¿Era posible?
Por su mente pasó, cual obra cinematográfica, un fugaz recopilatorio de los recuerdos que tenía de ella.
Miró hacia todos lados hasta que encontró la fuente de aquella melodía y no podía creer lo que veía.
Pensó por un momento que podía ser el alcohol en su cuerpo dándole una ilusión de aquella chica que había invadido sus sueños durante tanto tiempo. Había escuchado que se había ido al extranjero tras graduarse y no la volvió a ver después de aquel glorioso encuentro que tuvieron.
