Jujutsu Kaisen Fanfic - Takuma Ino.
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Ruri Miyako fue el primer flechazo de Takuma a sus 17 años. Una estudiante de la Escuela de Hechicería Metropolitana de Kioto que lo cautivó con una sonrisa y algo más, pe...
Ruri no había prestado demasiada atención cuando él comenzó a hablar, porque estaba ocupada en buscar algo bueno en la radio, y a veces le parecía que el ritmo de Takuma era demasiado para ella, sobretodo por el hecho de que generalmente tenía la cabeza en otras cosas.
Sabía que hablaba sobre la misión o algo relacionado, pero captó su atención cuando mencionó un par de veces aquel nombre con una sonrisa en el rostro, haciéndola sentir curiosidad, y quizás otro sentimiento que se negaba a aceptar.
—¿Estás enamorado de esa tal Nanami o algo?
Takuma pausó, mirándola confundido unos segundos para rápidamente intentar dar explicaciones. Tal vez sintió la necesidad de aclararlo por la manera en que ella le observaba, y porque parte de él quería dejar en claro que no estaba interesado en otras personas.
—No, no. Nanami es su apellido. Se llama Kento Nanami, es un hechicero de primer grado con el que trabajé un par de veces.
El destello fugaz de una sonrisa apareció en el rostro de la muchacha a la vez que volvía la vista a la carretera cuando el semáforo cambió al verde.
—Bueno, suena como si lo estuvieras —se burló.
—¿Qué tienes? ¿10 años? —replicó frunciendo el ceño, aunque le gustaba cuando Ruri actuaba un poco más infantil y menos seria—. Solo admiro a Nanami.
—Se nota. Suenas como un perrito hablando de él.
Frunció un poco el ceño ante su burla, pero su mirada de reproche no duró demasiado pues se suavizó al escuchar la ligera risa que escapaba de Ruri.
—¿Tú no admiras a nadie? ¿O tienes un modelo a seguir?
Soltó el aire en un bufido, estirando sus labios mientras fingía pensar en aquella pregunta.
—No.
—¿Cómo que no? —preguntó, incrédulo.
Ruri sonrió, porque sabía que reaccionaría así. Golpeteó el volante al ritmo de la música mientras tarareaba la melodía.
—Intento crear mi propio modelo, supongo —murmuró con sinceridad—. Y demasiada gente me ha decepcionado como para idolatrar a alguien.
