Reconciliación

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- ¿Aún no se detienen?

Negó con la cabeza aparentemente aburrido, se hizo a un lado para dejarle espacio en el asiento. Con un suspiro, Wanda se sentó junto a él.

- Simplemente no se detienen, mamá y papá siguen peleando desde hace una hora.

- Llevan discutiendo un buen rato, debería ser alguna especie de record.

Sam se rió levemente, dándole la razón. Hizo un gesto con los brazos mientras negaba con incredulidad.

- No entiendo cómo no se cansan, no creo que recuerden siquiera por qué estaban discutiendo en primer lugar. Cuando me acerqué a escuchar un poco ya estaban gritando en ruso, ni siquiera sabía que Steve hablaba ruso.

- Si te hubieras quedado un poco más probablemente habrías escuchado como pasan al francés y quizás un poco de japonés - Sam alzó las cejas.

- Vaya, si yo hablara tantos idiomas también tendría mucho que decir.

Wanda casi se ríe, pero su risa murió cuando una figura pelirroja atravesó el pasillo. Visiblemente furiosa, Natasha los ignoró olímpicamente mientras pasaba de largo hasta los ascensores. Aunque Wanda creía que ni siquiera los había notado ahí, demasiado cegada por la ira para prestarles atención.

- Bueno, ya se detuvieron - comentó Sam - Pero por lo que parece, no solucionaron nada. Una lastima, porque es obvio que ese par de idiotas no pueden vivir el uno sin el otro.

La sokoviana bajó la cabeza con tristeza. Ese tipo de discusiones eran muy comunes últimamente, para desgracia de todos. Wanda había estado muy contenta cuando Steve y Natasha anunciaron que estaban en una relación. Ella los admiraba profundamente y los consideraba una especie de hermanos mayores. Y siempre le pareció que harían una hermosa pareja, ambos fuertes, inteligentes, audaces, atractivos y grandes líderes; imponian con solo estar en la habitación, juntos parecían imparables.

Lamentablemente casi un año después anunciaron su rompimiento, por razones que nadie sabe. Ni siquiera Natasha a quien considera su mejor amiga quiso decirle algo al respecto, pero era obvio seguía dolida por el suceso. Siempre comprometidos y profesionales, ambos líderes afirmaron seguir siendo amigos y que eso no afectaría en nada la rutina del equipo. Pronto fue dolorosamente obvio que no era así, las reuniones eran incómodas, los desayunos también, se evitaban como la peste y cuando lograban entablar una conversación, siempre terminaba en discusión.

Continuamente Wanda se sentía triste por ellos, porque para nadie era más obvio que para ella que el soldado y la espía aún se amaban con fervor. No tenia que leer sus mentes, podia sentir claramente el amor fluctuando entre ambos. El amor de Steve era seguro, cálido e intenso; sin miedo a demostrarlo pero con medida. Natasha en cambio era un amor más contenido, pero que se desbordaba con pasión cuando lo dejaba fluir; a menudo le sentía abrumada por sus sentimientos por Steve.

Solo esperaba que sus amigos pudieran encontrar el camino de regreso hacia el otro. Y esperaba que fuera pronto, antes de que sea demasiado tarde.

- No hay nada que podamos hacer, es algo que deben resolver solos - levantó la vista hacia su amigo.

- Quisiera poder hacer algo, pero creo que tienes razón.

Sam dejó un apretón en su hombro buscando animarla.

- Correcto. Ahora porque no vamos por algo de comida, tantos gritos me dieron hambre - Wanda sonrió.

- Suena bien para mí, siempre y cuando no sea de ese horrible restaurante tailandés - Hizo una mueca de asco de la que Sam se rió.

Romanogers - One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora