¿Te avergüenzo? ~ Sterek

Capítulo IV

El plan era sencillo, llamarlos por separado para luego invitarlos a ir al parque de diversiones. Como por el momento no sé encontraban juntos la cosa resultaría más fácil, aún así Boyd no sé cansaba de decirles que reunirlos de forma obligatorio solo traería más problemas.

—¿Por qué tienes que ser tan negativo? —le cuestionó Scott.

—No estoy siendo negativo —aclaro Boyd—. Soy realista, dos cosas muy diferentes.

Ninguno, ni siquiera Erika, podían entender la actitud de Boyd. Ellos lo único que querían hacer era ayudar a sus amigos y que todo volviera a estar como antes.

—Aquí ninguno sabe lo que los llevó a estar peleados —miró a todos—. Y el obligarlos a interactuar sin siquiera ellos decirlo por si solos puede resultar muy mal.

—Yo he visto varias películas donde la pareja pelea y hacen algo parecido y listo, resuelven sus problemas.

Boyd no podía creer que Isaac estuviera diciendo algo tan estúpido, tal parece que estar mucho tiempo al lado de McCall podía generar un caso grave de idiotez aguda.

—Isaac —le llamó—. No estamos en una maldita película, no puedes comparar una pelea falsa de dos personajes con la vida real —miró a Scott—, deberías pasar menos tiempo con McCall, tal parece que si pendeja es contagiosa.

—¡Oye! —reclamo Scott.

—Sí eres pendejo —acepto Malia.

—¡¿De qué lado estás tú?

—Del lado de los inteligentes, obviamente.

Después de aquella discusión algo en Lydia hizo click y por un momento pensó lo mismo que Boyd había dicho. Forzar a dos personas a verse y a estar juntas en un mismo lugar sin que fuera ellos mismos que lo decidieron podría resultar peor, aún así no se dió por vencida y continuó con su plan.

Todo era sencillo, Erika le escribiría un mensaje a Cora, quién estaba al tanto de la situación para que convenciera a Derek de salir de su cueva e ir al parque de diversiones, por otra parte Lydia iba a ir hasta la residencia Stilinski a convencer a su amigo de ir con ella.

—Vamos, Stiles —le rogó—. Tengo una entrada extra y quiero que vayas conmigo, por favor.

Stiles se había negado a ir, ese lugar le traía los recuerdos que tuvo con Derek cuando empezaron su relación y justo se dignaba a llegar ese parque en el peor momento de su relación con su novio.

—Lydia, por favor —suplicaba Stiles—. No tengo ánimos para ir, invita a otro de los chicos y ve con quién quieras.

Ella creía que todo sería fácil y ya estarían de camino al lugar, lastimosamente, Stiles seguía mal por lo que no quería salir a ningún lado que no fuera de su cuarto a la cocina, de la cocina al baño y del baño al cuarto, otra vez.

—Opino que vayas con ella, niño —Noah que estaba en la cocina atentó a lo que decía Lydia—. Sirve para que despejes un poco la mente.

Stiles se sentía entre la espada y la pared, algo le decía que ir era una mala idea, pero gracias a su padre no tuvo otra elección que salir al dichoso lugar. En todo el camino tenía su vista fija en un punto específico del carro de Lydia.

De seguir en ese estado lo más probable era que Stiles terminará sufriendo de depresión, ella evitaría eso a toda costa.

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Cora había dado lo mejor de sí misma para sacar a su hermano de la propia prisión en la que la pareja se había metido, también agradeció la ayuda que sus padres le dieron.